Breve biografía de Presidentes del Consejo de Ministros y del Gobierno Español.




Relación histórica y breve biografía de Presidentes del Consejo de Ministros y del Gobierno Español.

VICTOR DAMIÁN SÁEZ
Eclesiástico y político español (siglo XIX). Vinculado a los sectores ultraabsolutistas, actuó como persona de confianza y confesor de Fernando VII, quien tuvo que destituirle durante el Trienio Liberal (1820-1823), por lo que pasó a ser canónigo de Toledo. Con la caída del régimen constitucional, volvió a las esferas del poder. Fue nombrado ministro de Estado en el primer gobierno de la regencia absolutista (1823). Desde este cargo dirigió la reacción absolutista con tal rigor, que motivó la solicitud de su dimisión por parte del marqués de Casa-Irujo, en nombre de las potencias de la Santa Alianza. El mismo día del desembarco del rey Fernando VII en España (octubre 1823), el monarca ratificó a su confesor como ministro de Estado; pero con la llegada del monarca a Madrid, fue cesado como ministro y nombrado obispo de Tortosa. Desde entonces quedó relegado de la actividad política.

CARLOS FERNANDO MARTÍNEZ DE IRUJO
Marqués de Casa-Irujo. Diplomático y político español (Cartagena, 1765-Madrid, 1824). Fue durante largos años embajador en Washington, donde contrajo matrimonio con la hija de un político estadounidense, y desempeñó otras misiones diplomáticas en Rio de Janeiro, Londres y París. Ministro de Estado interino (septiembre de 1818-junio de 1819), cayó derribado por los manejos de Lozano de Torres. Volvió al Ministerio de Estado y a la jefatura del Gobierno en diciembre de 1823, remplazando a Sáez, pero falleció al cabo de un mes y medio.

NARCISO HEREDIA Y BEGINES DE LOS RÍOS
Conde de Ofalia. Diplomático y político español (Gines, 1775-Madrid, 1847). Al comienzo de la Década Ominosa, y gracias al apoyo de Ugarte, uno de los miembros más influyentes de la camarilla de Fernando VII, fue nombrado ministro de Gracia y Justicia y, poco después, de Estado; pero sus disensiones con el propio Ugarte le costaron caer del poder a los pocos meses (1824) y ser desterrado por segunda vez a Almería. Fue ministro plenipotenciario en Londres, y posteriormente se le confió la embajada en París, que ocupó hasta 1832. En esta fecha regresó a España para hacerse cargo del nuevo ministerio de Fomento en el gobierno de transición de Cea Bermúdez. Se apartó posteriormente de la política activa, hasta que, a finales de 1837, fue jefe del Gobierno. Un motín en Cádiz (1838) determinó la caída del Gobierno y la definitiva retirada de Ofalia.

FRANCISCO CEA BERMÚDEZ
Político español (Málaga, 1772-1850). Después de trabajar en el ámbito del comercio en Málaga, en 1810 fue enviado como diplomático a Rusia y negoció el tratado de Velikie-Luki (1812) y el de accesión de España a la Santa Alianza (1816). Embajador en Constantinopla durante el Trienio Constitucional (1820-1823) y en Londres, en 1824 sustituyó al conde de Ofalia como secretario de Estado.
Su gestión fue oscura (de hecho, Calomarde dominaba el ministerio), pero quizás influyó en la oposición a los ultrarrealistas, lo que seguramente ocasionó su caída (1825), en favor del duque del Infantado. Fue entonces embajador en Dresde (1825-1827) y en Londres (1827-1832); y como tal puso al descubierto algunos intentos de los liberales de desembarcar en la Península.
Tras los sucesos de La Granja (1832), María Cristina encargó el gobierno a Cea, quien inició una política de despotismo ilustrado consistente en mantener un absolutismo institucional y en emprender reformas administrativas, junto a la permisión de cierta beligerancia liberal. Tras la muerte de Fernando VII (1833), continuó al frente del ministerio, publicó un manifiesto en que mostraba su intención de mantener la política anterior, a la vez distanciada de carlistas y liberales, y dio entrada en el gobierno a personalidades de tinte reformista, como Javier de Burgos y Zarco del Valle. Sin embargo su «tercera vía» se mostró impracticable: los carlistas habían iniciado la guerra civil y los liberales instaban a modificaciones constitucionales.
Finalmente, estos, en su versión más moderada, lograron el apoyo de algunos cortesanos (entre ellos Miraflores), de capitanes generales (Llauder, Quesada, Fernández de Córdova) y de las embajadas francesa y británica: Cea fue sustituido por Martínez de la Rosa (1834). Emigró a Francia, desde donde fue uno de los valedores de María Cristina durante la regencia de Espartero (1840-1843). Figuró de nuevo en el gobierno en el llamado «ministerio relámpago» del conde de Cleonard (19-20 de octubre de 1849).

PEDRO ALCÁNTARA DE TOLEDO
Duque del Infantado. Militar y político español (?, 1773-Madrid, 1841). En la guerra contra la Francia revolucionaria armó a su costa dos batallones de infantería. Tomó parte en la guerra de las Naranjas, pero, enemistado con Godoy, se vio desterrado de la corte entre 1804 y 1806. En 1807 intervino en la conspiración de El Escorial, y aunque fue absuelto en el proceso que se le siguió, el gobierno ordenó su destierro a Écija.
Al subir al trono Fernando VII, en marzo de 1808, fue nombrado presidente del Consejo de Castilla. También fue nombrado jefe del ejército del centro. Sin embargo, después de su fracaso en Uclés, la Junta Central le destituyó y le mantuvo largo tiempo inactivo, hasta que se le envió como embajador a Londres en 1811. Regresó de Londres para desempeñar el cargo de regente dentro de la tercera regencia, de enero de 1812 a marzo de 1813.
Al restablecerse el absolutismo, desempeñó de nuevo la presidencia del Consejo de Castilla y fue uno de los miembros destacados de la camarilla de Fernando VII. En mayo de 1823 pasó a formar parte de la regencia     provisional que gobernó hasta la liberación de Fernando VII. Fue ministro de Estado entre octubre de 1825 y agosto de 1826 en uno de los gobiernos dominados realmente por Calomarde y López Ballesteros. Murió soltero y el título y los cuantiosos bienes de la familia pasaron a los duques de Osuna.

MANUEL GONZÁLEZ SALMÓN
Político español (?-Madrid, 1832). Fue primer secretario de la embajada de España en París de 1814 a 1819, cuando comenzó a desempeñar interinamente la cartera de Estado y, posteriormente, pasó a Sajonia, como ministro plenipotenciario. De 1826 hasta su muerte fue ministro de Estado; interino hasta octubre de 1830, y en propiedad desde entonces. Pese a tan larga gestión en un cargo que equivalía teóricamente al de jefe del Gobierno, su actuación fue muy oscura y la jefatura efectiva la desempeñaron más bien Calomarde y López Ballesteros.

JOSÉ CAFRANGA
Político español (Salamanca, hacia 1780-Madrid, 1854). Ministro de Gracia y Justicia (1832), aconsejó a Fernando VII que renunciase a la Corona en favor de su esposa y decretó un indulto y una amnistía que permitieron el regreso a España de muchos liberales emigrados. Disconforme con C. Bermúdez, dimitió de su cargo dos meses después de haber tomado posesión. Entonces pasó a ser miembro del Supremo Consejo de Castilla.

FRANCISCO DE PAULA MARTÍNEZ DE LA ROSA
Político y literato español (Granada, 1787-Madrid, 1862). Comisario de la Junta de Granada ante la invasión de las tropas napoleónicas, al ser ocupada esta ciudad, pasó a Cádiz (1810). Tras un viaje a Inglaterra, se convirtió en propagador del parlamentarismo británico. Fue elegido diputado por Granada y se incorporó a las tareas legislativas de las Cortes de Cádiz, donde destacó por su exaltado liberalismo.
A la vuelta de Fernando VII (1814), intentó identificar la Corona y la Constitución, pero, restablecido el absolutismo, fue encarcelado y condenado a ocho años de presidio. Durante el Trienio Constitucional (1820-1823) se alineó en el bando moderado. Destacó por sus intervenciones en los debates sobre enseñanza, que sentaron las bases del sistema educacional moderno. En marzo de 1822 fue nombrado ministro de Estado y su gestión se vio duramente atacada por las sociedades patrióticas de los exaltados.
El restablecimiento del absolutismo le obligó a exiliarse a París. De nuevo en España (1831), le fue encargada la formación de gobierno (1834) con la intención de que mantuviera las instituciones tradicionales con una aparente modernidad. La política de conciliación expresada en el Estatuto Real fue atacada por liberales y absolutistas, que le dieron el sobrenombre de «Rosita la Pastelera». El apoyo que prestó a la Ley de ayuntamientos en 1840 le obligó a emigrar de nuevo a París, junto con la regente María Cristina.
Posteriormente, durante la etapa de gobiernos moderados, desempeñó diversos cargos diplomáticos, ostentó la presidencia del Congreso, la presidencia del Consejo de Estado y, durante un breve periodo, el Ministerio de Estado y Ultramar.
Escribió comedias de corte satírico como La niña en la casa y la madre en la máscara (1821). Esgrimió también sus ideas políticas en dramas históricos, como La viuda de Padilla (1814). En 1839 fue elegido director de la Real Academia Española. Completan su producción literaria Poesías (1833), de gusto neoclásico; la biografía Hernán Pérez del Pulgar (1834); la novela histórica Doña Isabel de Solís (1837), y el melodrama Amor de padre (1849).

JOSÉ MARÍA QUEIPO DE LLANO RUIZ DE SARAVIA
Político español (Oviedo, 1786-París, 1843). Durante la ocupación napoleónica contribuyó al alzamiento contra los franceses, y viajó a Londres para negociar la alianza con los británicos. Elegido diputado a las Cortes en 1811, hizo gala de unas ideas liberales exaltadas, que con el tiempo fue atenuando considerablemente. Con el retorno de Fernando VII en 1814, tuvo que emigrar y no regresó a España hasta 1820. Presidió las Cortes extraordinarias y, tras renunciar al encargo de Fernando VII para constituir gobierno, partió hacia París en 1822, de donde no regresó a España hasta la amnistía de 1832.
Posteriormente, Martínez de la Rosa le nombró ministro de Hacienda (1834-1835). Toreno comenzó su actuación negociando con los Rothschild la contrata de las minas de mercurio de Almadén, en condiciones bastante turbias. Al caer el Gobierno (1835), Toreno quedó como primer ministro. Para apaciguar a la vez a los Rothschild y al gobierno británico, nombró ministro de Hacienda a Mendizábal, bien visto por ambos. Pero ni esto ni los éxitos alcanzados en la lucha contra los carlistas (levantamiento del sitio de Bilbao, victoria de Mendigorría, muerte de Zumalacárregui) le permitieron mantenerse en el poder. En Reus y Barcelona estalló un movimiento revolucionario, iniciado con la quema de los conventos, que pronto se extendió a toda España. Toreno se vio incapaz de dominarlo y tuvo que hacer frente, además, a la caída de las cotizaciones de la deuda española en las bolsas extranjeras, debida en realidad a una especulación a la baja de los Rothschild que así cobraron con creces, a costa de la hacienda española, el dinero que Toreno les había sacado.
En septiembre tuvo que dimitir y ceder la jefatura del Gobierno a Mendizábal. Es autor de una Historia del levantamiento, guerra y revolución de España (1835-1837).
MIGUEL RICARDO DE ÁLAVA ESQUIVEL
Militar y diplomático español (Vitoria, 1771-Barèges, 1843). Afrancesado hasta 1811, acabó uniéndose a las tropas angloespañolas y acató la constitución de 1812. Tras la guerra de la Independencia participó en la batalla de Waterloo y fue nombrado embajador en La Haya (1815-1820). Durante el Trienio Constitucional fue diputado por Álava (1822-1823) y presidió las Cortes liberales (1822). Aunque actuó como mediador entre Fernando VII y el duque de Angulema, huyó al Reino Unido al votar la deposición del rey en Cádiz (1823). A la vuelta del exilio (1833) fue nombrado prócer (1834 y 1836) y embajador en Reino Unido.

JUAN ÁLVAREZ MENDIZÁBAL

Político español (Cádiz, 1790-Madrid, 1853). Nacido en una humilde familia judía, se dedicó desde muy joven a actividades mercantiles. En 1820 ayudó a la sublevación de Riego y tuvo que emigrar a Gran Bretaña en 1823. Allí prosperó extraordinariamente, hasta el punto de poder garantizar el empréstito que se concedió al emperador Pedro para financiar la expedición que debía permitir a su hija, María de la Gloria, hacerse con el trono de Portugal. El gobierno español, agotado por la necesidad de hacer frente a la guerra carlista, lo llamó para que pusiera orden en la Hacienda pública.
Fue ministro de Hacienda en el gobierno del conde de Toreno (1835) y, más tarde, presidente del Gobierno, con facultades casi dictatoriales. Ordenó un alistamiento general (quinta de Mendizábal), pero la medida más importante que adoptó fue la supresión de las comunidades religiosas masculinas y la desamortización de sus bienes, pensada con una doble finalidad económica y política. Cayó del poder a principios de 1836, pero lo recuperó en agosto del mismo año, a consecuencia del motín de La Granja, en cuya organización intervino muy directamente. Volvió a ser ministro en 1842 y tuvo que emigrar a la caída de Espartero. Regresó a España en 1847, pero ya no volvió a ocupar cargos políticos de importancia.


FRANCISCO JAVIER ISTÚRIZ MONTERO

Político español (Cádiz, 1790-Madrid, 1871). Miembro de la burguesía gaditana que apoyó la revolución de 1820, fue un liberal exaltado durante el Trienio Constitucional (1820-1823) y, tras la reacción absolutista, permaneció en el exilio hasta 1834. Con Mendizábal en el poder, presidió el Estamento de Procuradores en las Cortes (1835), convertido ya en un político moderado. La regente, como premio por su oposición al proceso de desamortización eclesiástica iniciado por Mendizábal, le nombró presidente del Gobierno (1936).
Disolvió las Cortes progresistas, pero antes de que pudiese convocar nuevas Cortes para revisar el Estatuto Real los progresistas lograron derribarle y proclamar nuevamente la Constitución de 1812, gracias al levantamiento revolucionario que culminó con los sucesos de La Granja (agosto de 1836).
Marchó a Inglaterra y, de nuevo en España (1837), fue diputado (1837-1845) y presidente del Congreso (1838-1840). Intervino en la fundación del Banco de Isabel II (1844) y volvió a ejercer la presidencia del Gobierno (1846-1847), llamado precisamente para negociar el matrimonio de la reina. Líder influyente del Partido Moderado, fue presidente del Senado (1857-1858) y presidente del Gobierno por última vez (1858), hasta que se produjo el triunfo de la Unión Liberal del general O'Donnell. En 1864 se retiró definitivamente de la vida pública, después de haber desempeñado varias misiones diplomáticas.


JOSÉ MARÍA CALATRAVA

Político español (Mérida, 1781-Madrid, 1846). Vocal de la Junta Suprema de Extremadura en 1808, fue elegido diputado suplente por Extremadura a las Cortes de 1810. Durante la restauración absolutista estuvo encarcelado en Melilla (1814-1820). Al iniciarse el Trienio Constitucional fue nombrado miembro del Tribunal Supremo de Justicia y posteriormente ministro de Gobernación y de Gracia y Justicia (1822 y 1823). Se exilió en Londres tras la caída del régimen constitucional. Regresó a España en 1833 y, a raíz de la revolución de 1836, fue nombrado presidente del Gobierno y ministro de Estado. Formó un gobierno progresista pero en agosto de 1837 tuvo que dimitir a causa del pronunciamiento de Pozuelo de Aravaca.


ILDEFONSO DÍEZ DE RIVERA

Conde de Almodóvar. Militar y político español (Granada, 1777-Madrid, 1846). Se distinguió en la batalla de Trafalgar y en la guerra de la Independencia española. Nombrado gobernador de la plaza de Olivenza, alcanzó el grado de brigadier. Acusado de ideas políticas liberales y de pertenecer a la masonería, fue a parar a la cárcel, de donde lo sacó la revolución de 1820. El pueblo valenciano le designó capitán general, en sustitución de F. J. Elío, que fue encarcelado. En 1822, mientras se procesaba a F. J. Elío, renunció a la capitanía general. Tuvo que emigrar en 1823, a la caída del régimen constitucional, y no pudo regresar hasta la amnistía de 1832.
Fue ministro de la Guerra en el primer gobierno de J. A. Mendizábal (1835) y en el de J. M. Calatrava (1836), y actuó enérgicamente frente a la sublevación carlista. Durante la regencia de B. F. Espartero volvió al poder para desempeñar esta vez la cartera de Estado en el gobierno de J. R. Rodil (junio de 1842-mayo de 1843), durante cuya gestión tuvo lugar la insurrección y bombardeo de Barcelona.
BALDOMERO FERNÁNDEZ ESPARTERO

Militar y político español (Granátula de Calatrava, Ciudad Real, 1793-Logroño, 1879). Tomó parte en la guerra de la Independencia y, desde 1815, en la lucha contra los independentistas americanos. El periodo comprendido entre 1815 y 1825 fue de vital importancia para él por las relaciones personales y de fidelidad que trazó con militares, muchos de ellos afines al orden liberal. Partidario de Isabel II, su actuación contra las tropas carlistas le valió el nombramiento de general en jefe del ejército del Norte y capitán general de las Vascongadas. La táctica desplegada y su gran éxito en la batalla de Luchana, en 1836, le otorgaron una gran fama como militar y el título de conde de Luchana. Como general en jefe del ejército firmó el convenio de Vergara y fue nombrado duque de la Victoria. Concluida la guerra carlista y convertido en héroe nacional, a su liderazgo militar añadió el político.
Elegido diputado por Barcelona en 1840, el movimiento revolucionario de septiembre de ese año le llevó a la presidencia del Gobierno hasta mayo de 1841. Desde entonces y hasta julio de 1843, ocupó la regencia del Reino. Su actuación política fue desacertada, impopular y represora, concitando la oposición de todos los grupos políticos, incluso de muchos progresistas. La insurrección de 1843, acaudillada por el general moderado Narváez y con participación del liberalismo radical, puso fin a la regencia.
Exiliado en Inglaterra, volvió a España en 1848 y fue nombrado senador. La revolución de 1854 le llevó de nuevo a ocupar el poder, pero más como figura del pasado que como poder efectivo.
Fue diputado por Logroño en 1869 y, en 1872, Amadeo de Saboya le concedió el título de príncipe de Vergara. Alfonso XII le visitó en su retiro de Logroño y confirmó así su aureola de figura nacional. Fue senador de 1871 a 1873, en 1876 y 1877 por derecho propio.
EUSEBIO BARDAJÍ Y AZARA

Político español (Graus, Huesca, 1776- Huete, Cuenca, 1842). Doctorado en leyes en el Colegio Español de San Clemente de Bolonia (Italia), diplomático en Florencia (Italia, 1975) y funcionario de la Secretaría de Estado en Madrid. Posteriormente se marchó a París con su tío el embajador Azara, donde apoyó activamente al papa Pío VII, cautivo de Napoléon en Fontainebleu (Francia). Secretario en la embajada de Viena en 1800, donde más tarde desempeñó el cargo de ministro plenipotenciario de Carlos IV, fue diputado en las Cortes de Cádiz, pese a lo cual Fernando VII lo envió posteriormente como embajador a Lisboa y San Petersburgo.
Ministro de Estado y presidente del Consejo en el gabinete liberal de 1821, por cuya pertenencia fue desterrado en Huete (Cuenca). Dado el rechazo de Espartero a una dirección nominalmente progresista, fue nombrado presidente de Gobierno y ministro de Estado en 1837, tras lo cual se retiró de la política.
BERNARDINO FERNÁNDEZ DE VELASCO

Político y escritor español (Madrid, 1783-1851). Luchó en la guerra de la Independencia contra los franceses, a diferencia de su padre, notorio afrancesado que participó en la comisión redactora de la Constitución de Bayona. En 1814 se mostró partidario de que Fernando VII aceptara la Constitución.
Durante el Trienio Constitucional (1820-1823) militó en el grupo moderado de los Anilleros y fue embajador en Londres y consejero de Estado. En 1823 se exilió en Montpellier, y en 1828 regresó a España y fue miembro del Estamento de Próceres en las Cortes. Enviado como embajador a París, intervino en las negociaciones para la firma de la Cuádruple Alianza y el envío de la Legión Extranjera.
Fue encargado de formar gobierno en 1838 y sucedió al conde Ofalia. Trató sin éxito de negociar con las potencias del Norte (Austria, Prusia y Rusia) para que retirasen su apoyo a los carlistas, opuestos a Isabel II. En política interior se vio desbordado por la pugna por el poder entre Narváez y Espartero. Si bien logró dominar la insurrección de Luis Fernández de Córdoba en Sevilla, fue incapaz de hacer frente a la oposición en las Cortes y cayó el 20 de noviembre de 1838.
Como poeta lírico de mediana importancia, siguió las huellas de Juan Nicasio Gallego, con quien le unía una estrecha amistad. La Academia editó sus Obras poéticas en 1857, con prólogo del duque de Rivas.
EVARISTO PÉREZ DE CASTRO

Político y diplomático español (Valladolid, 1771-Madrid, 1849). La junta de gobierno le comisionó para que pasara a Bayona a entrevistarse con Fernando VII, cautivo de Napoleón. Fue diputado a Cortes en 1814, y de 1817 a 1820, ministro en las ciudades hanseáticas.
Durante el trienio liberal se le confió el Ministerio de Estado (1820-1821). Tras la década ominosa, volvió a la diplomacia a la muerte de Fernando VII. En momentos particularmente apurados, la regente María Cristina le llamó para encomendarle la presidencia del Gobierno al frente de un gabinete que combinaba moderados y progresistas. Pérez de Castro se mantuvo al frente del gobierno durante un año y medio (diciembre 1838-julio 1840), sostenido siempre por la regente. La revolución de julio de 1840 acabó con el gobierno y produjo poco después la caída de la propia regente. Pérez de Castro emigró entonces a Francia y no regresó hasta la caída de Espartero.
ANTONIO GONZÁLEZ Y GONZÁLEZ

Marqués de Valdeterrazo. Político español (Valencia de Mombuey, 1792-Madrid, 1876). Durante la reacción de 1823 a 1833 emigró a América, donde trabó amistad con Espartero, de quien se convertiría en uno de los más directos colaboradores políticos. Fue procurador en las Cortes del Estatuto, presidente de las Cortes (1836-1837) y diputado (1840-1842); nombrado ministro de Gracia y Justicia en el último gobierno de la regente María Cristina (agosto de 1840), presidió el primer gobierno formado bajo la regencia de Espartero (mayo de 1841-junio de 1842), que fue derribado en el Congreso por sus enemigos. Posteriormente fue embajador en Londres, diputado en las Cortes Constituyentes (1854-1856) y senador.
VALENTÍN FERRAZ

Militar y político español (Anciles, Huesca, 1793-Madrid, 1866). Ingresó como cadete en el regimiento de caballería Dragones del Rey a los 15 años, y gracias a su participación en importantes campañas militares en España y Perú ascendió a teniente general el 30 de abril de 1839. Fue diputado, senador y ocupó la cartera de Guerra en varias ocasiones en 1835,1838 y 1840. Partidario de Espartero, fue alcalde de Madrid durante el Bienio Progresista (1854-1856). En el transcurso de su mandato mejoró los servicios ciudadanos. 
MODESTO CORTÁZAR

Político español (?-?, después de 1850). Tras la caída del gabinete de M. Carlos Onís en 1840, la regente María Cristina de Borbón, entonces en Valencia, le encomendó la formación de gobierno, en el que ese mismo año ocupó la presidencia del Consejo, junto a V. Ferraz, y el Ministerio de Gracia y Justicia. En plena Década Moderada (1843-1854), época de levantamientos militares, asonadas y de un liberalismo restrictivo, fue ministro de Estado (1847) en el gabinete de F. García.
VICENTE SANCHO

Político español (Petrés, 1784-Madrid, 1860). Desde 1820 hasta 1822, durante el Trienio Constitucional, fue diputado por Valencia, jefe político de Barcelona en 1822 y, posteriormente, comandante militar de Murcia y gobernador de Cartagena en 1823. Ese año emigró a Francia y Reino Unido y en 1830 formó parte de la Junta de Bayona. Tras regresar a España en 1835, se integró en los círculos mendizabalistas de Madrid, y fue un destacado dirigente del Partido Progresista al que representó en las Cortes entre 1836 y 1843 y, de nuevo, desde 1854 hasta 1856 como diputado por Valencia y Castellón. En 1840 fue ministro de la Gobernación y en noviembre de ese mismo año fue nombrado, aunque sin efecto, presidente de Gobierno. Senador vitalicio desde 1846, en 1853 formó parte del comité progresista que se opuso al Ministerio Bravo Murillo-Roncali.
Fuente: Enciclopedia "Gran Espasa Universal" y "Gran Enciclopedia de España-Grupo Enciclo S.L."
1840 -1846
JOAQUÍN MARÍA FERRER

Político español (Pasajes de San Pedro, 1777-Santa Águeda, 1861). Fue diplomático en la América colonial durante la emancipación y diputado en el Trienio Constitucional, situación que le obligó a exiliarse en el año 1823. Regresó amnistiado en 1833 y fue procurador en Cortes, ministro de Hacienda bajo la presidencia de Calatrava entre agosto y septiembre de 1836 y presidente de las Cortes Constituyentes durante 1836 y 1837. Como miembro del Partido Progresista y hombre afín a Espartero, integró la Junta de Madrid en 1840 y fue presidente interino y ministro de Estado durante el Ministerio-Regencia (1840-1841). Posteriormente, su actividad política se limitó al Senado, que presidió en 1843 y del que formó parte como senador vitalicio hasta su muerte.
JOSÉ RAMÓN RODIL

Militar y político español (Santa María de Trobo, Lugo, 1789-Madrid, 1853). Tras participar en la guerra de la Independencia, siguió la carrera de militar, y fue destinado a Perú (1817). Gobernador de El Callao, no aceptó la capitulación española y se distinguió en la defensa de la plaza (octubre de 1824-enero de 1826), asediada por los independentistas. Regresó a España y sirvió a Isabel II. En 1834 pasó a Portugal con 15.000 hombres, con el fin de lograr la expulsión de aquel país del infante Carlos. En junio recibió el mando del ejército del Norte, que ostentó sólo unos meses. Fue ministro de la Guerra con Mendizábal y Calatrava (1836), y, durante la regencia de Espartero, presidente del Consejo (1842-1843), cargo del que se vio obligado a dimitir. Posteriormente fue virrey de Navarra y capitán general de diversas regiones.
JOAQUÍN MARÍA LÓPEZ LÓPEZ

Político y jurista español (Villena, Alicante, 1798-Madrid, 1855). Miembro de la Milicia Nacional durante el Trienio Constitucional, con la restauración del absolutismo emigró a Francia (1823). Diputado por Alicante (1834), ejerció una oposición sistemática contra el Gobierno durante las Cortes del Estatuto Real, y destacó como uno de los principales políticos en la confección de un programa de reforma liberal que enlazaría con el progresismo. Desde entonces y hasta 1843 ocupó cargos de representación parlamentaria y en 1847 alcanzó el Senado.
Participó en la preparación de la Revolución de 1835 en Valencia y fue vicepresidente de la Junta de Gobierno insurreccional. Entre 1836 y 1837 fue ministro de Gobernación y en mayo de 1843 ocupó durante     diez días la presidencia del Gobierno. Su enfrentamiento con Espartero motivó la caída del gabinete. Tras la derrota de Espartero, ocupó el ministerio de Gracia y Justicia y de nuevo la presidencia del Consejo de Ministros (julio-noviembre de 1843), cargo desde el que promovió la iniciativa de adelantar en dos años la mayoría de edad de Isabel II (noviembre de 1843). Fue también alcalde de Madrid (1840) y magistrado del Tribunal de Guerra y Marina (1854).
ÁLVARO GÓMEZ BECERRA

Político español (Cáceres, 1771-Madrid, 1855). En 1835 y 1836 fue ministro de Gracia y Justicia en los gobiernos que formó Mendizábal. En 1835 decretó la expulsión de los jesuitas, la supresión de monasterios y conventos que tuvieran menos de doce individuos profesos, la prohibición a los obispos de conferir órdenes mayores y la apropiación de los bienes de los conventos. En 1840 perteneció también al gobierno que provocó la caída de la regente, y en 1841, aunque era partidario de una regencia compartida, aceptó el nombramiento de Espartero como regente único. En 1843 presidió, en sustitución de Joaquín María López, el último gobierno de esta etapa, pero no logró ser aceptado por el Congreso. Tras la caída de Espartero, fue desterrado a Cuenca.
SALUSTIANO DE OLÓZAGA

Político español (Oyón, 1805-París, 1873). De ideología liberal, colaboró desde España en las conspiraciones antiabsolutistas de 1831, por lo que se exilió a Francia para regresar en 1833. El gobierno Mendizábal lo nombró en 1836 gobernador civil de Madrid. Fue procurador por Madrid y por Logroño desde las Cortes Constituyentes de 1836-1837 hasta 1873, de forma casi ininterrumpida.
Sus planteamientos políticos se situaron dentro del progresismo. Secretario de la comisión encargada de redactar la Constitución de 1837, fue principal inspirador del texto. Alcalde de Madrid (1839-1840) y embajador en París entre 1840 y 1843, y de nuevo en 1856, participó en la revolución de 1840. Distanciado de Espartero, conspiró junto con otros progresistas para provocar su caída en 1843. Ocupó brevemente la presidencia del Consejo de Ministros y la cartera de Estado en noviembre de 1843 con un proyecto progresista en temas como ayuntamientos o milicia nacional que, sin embargo, alteraba el compromiso de la coalición antiesparterista.
Dimitió acusado por los moderados y por la propia Isabel II de haber querido obligarla a firmar el decreto de disolución de las Cortes. Exiliado a Francia, no regresó hasta la amnistía de 1847. Participó en la Revolución de 1868 y fue uno de los redactores de la Constitución de 1869. Miembro de las academias de la Historia (1853) y de la Lengua (1871), es autor, entre otras, de Causas que produjeron la pérdida de la libertad en el reino de Aragón (1853) y Estudios sobre elocuencia, política, jurisprudencia, historia y moral (1864).
LUIS GONZÁLEZ BRAVO

Político y periodista español (Cádiz, 1811-Biarritz, 1871). Se distinguió en su juventud como periodista en El guirigay (1837-1838), bajo el seudónimo de Ibrahim Clarete. La subida de Espartero al poder le permitió acudir como diputado a las Cortes de 1841, donde comenzó una progresiva evolución hacia el moderantismo. Marchó a Barcelona con Serrano, para encabezar la revuelta contra Espartero, y estuvo en la acción de Torrejón de Ardoz junto a Narváez.
Fue nombrado jefe del Gobierno en 1843. Acusó a Olózaga de haber violentado la voluntad de la reina, disolvió el Congreso, desarmó a la milicia nacional, amordazó a la prensa, restableció el impuesto de consumos y facilitó la vuelta a España de la reina madre, María Cristina. Una vez realizada su misión, fue destituido, para dejar el camino libre al gobierno de Narváez, y enviado a Lisboa como embajador.
Desplazado del primer plano de la política, volvió al periodismo. Siguió actuando de manera oscura y equívoca en la vida parlamentaria, y se exilió ante la inminente llegada de la revolución de 1854.
Volvió al poder en los últimos años del reinado de Isabel II, cuando los gobiernos moderados derivaron hacia la reacción más extrema. Fue ministro de la Gobernación con Narváez, entre 1864 e 1865, en una etapa en la que fue responsable de los sangrientos sucesos de la noche de san Daniel, que sirvieron para aumentar su impopularidad. Con todo, Narváez volvió a contar con él, como ministro de Gobernación, al formar un nuevo gobierno en 1866, y al producirse la muerte del primer ministro, en abril de 1868, González     Bravo pasó a presidir el gabinete. Empeñado en gobernar contra todo y contra todos, utilizando básicamente la fuerza, no supo advertir la gravedad de los movimientos políticos que se producían a su alrededor. La Revolución de Septiembre le sorprendió desprevenido, de forma que se hundieron a la vez su gobierno y el trono de Isabel II.
Una vez en el exilio, e instalado en Biarritz, realizó la última de sus apostasías, y se adhirió al carlismo, aunque este último giro no hubo de reportarle ya ningún provecho.


RAMÓN MARÍA NARVÁEZ CAMPOS

Duque de Valencia. Político y militar español (Loja, Granada, 1800-Madrid, 1868). Inició su carrera militar en el regimiento de Guardias Valonas (1815), y luchó en Madrid contra la sublevación absolutista de la Guardia Real (1822) y en Cataluña contra las partidas realistas y las tropas absolutistas francesas. Hecho prisionero por estas últimas, fue internado en Francia, donde permaneció hasta 1824.
No aceptó ningún cargo hasta la muerte de Fernando VII, y en 1834 se incorporó a las tropas isabelinas. La abierta hostilidad de Espartero le obligó a dimitir de todos sus cargos y abandonar Madrid, y debido a su participación en los sucesos de Sevilla (1838), donde presidió junto con el general F. de Córdoba una junta revolucionaria, tuvo que exiliarse.
Supo esperar el momento de máximo desprestigio de Espartero y, unido a progresistas y demócratas, desencadenó un amplio movimiento insurreccional como protesta por las violaciones de las instituciones democráticas (1843). Con gran habilidad consiguió desplazar a los progresistas y patrocinó el ministerio puente de González Bravo, que preparó el advenimiento de los moderados: represión de revueltas y motines radicales, desarme de la milicia nacional, creación de la Guardia Civil, limitación de la libertad de imprenta, regreso de la reina María Cristina.
El propio Narváez ocupó la presidencia del Gobierno (mayo de 1844). Excepto algunos breves intervalos (febrero-marzo de 1846, y abril 1846-octubre de 1847) se mantuvo en el poder hasta enero de 1851. Sin un programa político definido, ambicioso y autoritario, la principal baza que le permitió mantener el liderazgo político fue el miedo a la revolución. Sin prescindir formalmente del sistema parlamentario, el Congreso y el Senado quedaron de hecho reducidos a una pura ficción, después de ser promulgada la Constitución de 1845.
A escala municipal y provincial dictó una serie de medidas que reforzaron el centralismo y el autoritarismo. Promulgó igualmente una ley de imprenta que coartaba gravemente la libertad de expresión. Sin un programa ni una doctrina definida, la personalidad autoritaria e inflexible de Narváez logró darle una cierta coherencia en momentos difíciles, pero pronto surgieron divisiones que intentaron obtener el poder mediante intrigas cortesanas. Su enfrentamiento con los consejeros del rey consorte y la crisis financiera provocaron su caída (1851).
Después del golpe de Estado contrarrevolucionario de O'Donnell, fue de nuevo encargado de formar gobierno (1856). A pesar de sus promesas de respeto al parlamentarismo, anuló la obra reformadora del bienio progresista, lo que provocó diversos motines en Andalucía. Todo ello, junto con el enfrentamiento con Puig Moltó, nuevo favorito de la reina Isabel II, le obligó a dimitir (1857).
Ante el fracaso de la Unión liberal, fue llamado de nuevo a presidir el Gobierno (1864), pero varios pronunciamientos y, sobre todo, el desprestigio derivado de la brutal represión de la Noche de San Daniel provocaron la caída de su gabinete (junio de 1865). Todavía hizo un último esfuerzo: intentó un nuevo viraje liberal (1866-1868), pero sólo sirvió para exasperar a la reacción, mientras que las fuerzas contrarias a Isabel II realizaban notables progresos.


MANUEL PANDO FERNÁNDEZ DE PINEDO

Marqués de Miraflores. Político español (Madrid, 1792-1872). Su actuación pública comenzó cuando, como representante español en Londres, consiguió la firma de la Cuádruple Alianza (1834), que tenía que dar apoyo al gobierno español en su lucha contra los carlistas. En 1836 se le designó presidente del Estamento de Próceres, cargo que desempeñaba al producirse el motín de La Granja. Miraflores recomendó el uso de la fuerza contra los amotinados, pero, al ver la marcha de los acontecimientos, emigró a Francia.
Regresó en 1838 y fue nombrado embajador en Francia, donde se ocupó de vigilar al confinado pretendiente Carlos María Isidro y de conseguir que el gobierno francés desarmara a las tropas carlistas que cruzaban la frontera. Estuvo apartado de la política durante la regencia de Espartero, y volvió a ella como colaborador incondicional de Narváez. Éste consiguió que se le nombrara jefe del Gobierno, pero el primer gabinete Miraflores no duró más que treinta y tres días (12 de febrero-16 de marzo de 1848).
En 1851 fue ministro de Estado con Bravo Murillo. Ingresó en la Unión Liberal, y siguió desempeñando importantes misiones diplomáticas, hasta que, a la caída de O'Donnell (1863), se le encargó formar gobierno.
Sus obras más importantes son: Apuntes histórico-críticos para escribir la historia de la revolución de España desde el año 1820 hasta 1823 (1834), Memorias para escribir la historia contemporánea de los siete primeros años del reinado de Isabel II (1843).

CARLOS MARTÍNEZ IRUJO SOTOMAYOR
Marqués de Casa-Irujo. Diplomático y político español (Washington, ?-?, 1850). Afiliado al Partido Moderado, en 1847 presidió un gabinete de tendencia conciliadora para suceder a Istúriz, que fue derrocado por la oposición de Serrano. Desempeñó el ministerio de Estado en el tercer gobierno de Narváez (1847) y, en 1850, fue nombrado embajador en París, cargo del que fue destituido por Bravo Murillo.
JOAQUÍN FRANCISCO PACHECO Y GUTIÉRREZ CALDERÓN
Jurista y político español (Écija, 1808-Madrid, 1865). Católico moderado, dirigió el grupo disidente de los puritanos, que representaba una alternativa civil al militarismo de Narváez y una conciliación entre progresistas y moderados. Diputado a Cortes (1845), formó gobierno puritano (1847), que fracasó, y participó en el gabinete conservador Mon-Cánovas (1864). Apoyó la desamortización y destacó en la redacción del código penal de 1848. Autor de Estudios de derecho penal (1842-1843), El código penal concordado y anotado (1848) y Comentarios a las leyes de desvinculación (1849).
FLORENCIO GARCÍA GOYENA
Jurisconsulto y político español (Tafalla, 1783-1855). Regente de las audiencias de Valencia y Burgos (1836), fue magistrado del Tribunal Supremo y presidente del Gobierno entre septiembre y octubre de 1847. Buen conocedor del derecho romano e influenciado por la jurisprudencia francesa, fue el máximo responsable de la elaboración del proyecto de Código Civil de 1851. Entre sus obras cabe destacar Código criminal español según las leyes y prácticas vigentes (1843) y Concordancias, motivos y comentarios al Código Civil español (1852).
SERAFÍN MARÍA DE SOTTO
Conde de Cleonard. Militar y político español (Barcelona, 1793-Madrid, 1862). Conocido por sus tendencias absolutistas, en 1849 presidió un gabinete relámpago que duró veintisiete horas, creado por la camarilla de Isabel II, que consiguió desplazar a R. M. Narváez. La oposición obligó a la reina a reponer inmediatamente a R. M. Narváez, quien envió a Cleonard a la guarnición de Jaén.
JUAN BRAVO MURILLO
Político español (Fregenal de la Sierra, 1803-Madrid, 1873). Diputado desde 1837, en enero de 1847 fue nombrado ministro de Gracia y Justicia en el gabinete del duque de Sotomayor. Desempeñó, posteriormente, la cartera de Comercio, Instrucción y Obras Públicas bajo la presidencia de R. M. Narváez. En agosto de 1849 se hizo cargo de la cartera de Hacienda, que asumió durante cerca de tres años y medio. 
Su gestión se caracterizó por la preocupación casi obsesiva por conseguir la nivelación del presupuesto. Llevó a cabo, además, el arreglo de la deuda de 1851, que tuvo una muy mala acogida por los tenedores extranjeros, pero que ponía término a una situación de largos años en que no se pagaban los intereses de la deuda pública.
Fue designado presidente del Consejo de Ministros en enero de 1851, aunque conservó la cartera de Hacienda. Negoció con la Santa Sede el concordato que ponía término a los conflictos producidos por la desamortización de J. Mendizábal, pero su principal labor política fue el proyecto de una nueva Constitución, en la que propugnaba el fortalecimiento del poder de la Corona y la reducción de las atribuciones del régimen parlamentario.
Debido a la hostilidad de las Cortes, obtuvo su disolución y decidió presentarse a unas nuevas elecciones, que debían servir de referéndum a su proyecto constitucional, si bien prohibió la discusión del mismo en la prensa y frenó la propaganda política de cualquier tipo.
En 1852 tuvo que dimitir al retirarle la reina su confianza ante el temor a un golpe de Estado. A partir de ese momento desempeñó un escaso papel en la vida política española, aunque fue presidente del Congreso en 1858 y senador a partir de 1863. Reunió lo más interesante de su obra en los seis volúmenes de sus Opúsculos (1863-1874).
FEDERICO RONCALI

Militar y político español (?, 1809-Cádiz, ?). Ostentó el título de conde de Alcoy. Su ascenso a general por Espartero provocó una crisis ministerial. En el consejo de guerra celebrado contra Diego de León (1841), leyó la defensa elaborada por González Bravo. Presidió un gobierno de transición (diciembre de 1852-marzo de 1853) formado por varios militares, aunque la presencia de Benavides aseguró la tendencia civil del anterior gobierno de Bravo Murillo. Dimitió por la oposición militar. 
FRANCISCO LERSUNDI HORMAECHEA
Militar español (Valencia, 1817-Bayona, 1874). Distinguido combatiente contra los carlistas, entre otros muchos cargos fue ministro de Guerra en diversas ocasiones (1851-1852, 1853 y 1864), presidente del Consejo de Ministros (1853), ministro de Marina (1856-1857) y capitán general de Cuba (1866-1869).

 LUIS JOSÉ SARTORIUS
Conde de San Luis. Político español (Sevilla, 1820-Madrid, 1871). Procedía de una humilde familia, oriunda de Polonia, y bajo la protección de Bravo Murillo se dedicó al periodismo. Fundó El Heraldo (1842), desde el cual combatió la regencia de Espartero. Elegido diputado (1843), fue ministro de Gobernación con Narváez (1847-1851). Tanto en su larga permanencia en el Ministerio de Gobernación como después en la Presidencia del Gobierno, realizó numerosas reformas administrativas y creó su propia clientela política, el denominado partido de los polacos.
Formó parte de la coalición contra Bravo Murillo y en 1853 fue encargado de formar gobierno. Se le acusaba de corrupción y de grandes inmoralidades, en las que estaba envuelta la misma Corte. La discusión en el Senado del escándalo de los ferrocarriles provocó una votación adversa y, en vez de dimitir, suspendió las Cortes.
Enfrentado con moderados y progresistas, con militares y financieros, practicó una política represiva que llevó a los militares a preparar un pronunciamiento que desembocó en la Revolución de 1854, a consecuencia de la cual Sartorius se vio obligado a dimitir. Posteriormente fue embajador en Roma y presidió las últimas Cortes de Isabel II.
FERNANDO FERNÁNDEZ DE CÓRDOVA
Militar y político español y marqués de Mendigorría (Buenos Aires, 1809-Madrid, 1883). Ingresó en el ejército en 1824 e inició su carrera a la sombra de su hermano Luis, que le introdujo en la primera guerra carlista. Se sublevó contra Espartero en 1843, aplastó incidentes populares en Madrid en 1845 y fue ministro de Guerra en 1847.
En 1848 fue nombrado capitán general de Cataluña, pero la dureza de sus represiones y fusilamientos aconsejaron relevarle. Se le dio entonces el mando de la expedición militar española que acudió a Roma en auxilio de Pío IX en 1849. Fue ministro en el fugaz ministerio metralla (18-20 de julio de 1854), y fue el responsable de ametrallar al pueblo madrileño para intentar frenar el movimiento revolucionario de 1854.
Volvió a ser ministro de Guerra con Narváez. A la muerte de este, y dado que la reina no le confió el gobierno, se unió a la Revolución de 1868 y se afilió al Partido Radical de Ruiz Zorrilla. Último ministro de Guerra de Amadeo I (su gestión provocó el conflicto por el que se disolvió el cuerpo de artillería), fue el primero en ocupar esa misma cartera en la I República en 1873. Póstumamente se publicaron Mis memorias íntimas (1886-1889), cuya redacción se ha atribuido a J. Pérez de Guzmán.
ÁNGEL DE SAAVEDRA
Duque de Rivas. Escritor español (Córdoba, 1791-Madrid, 1865). Nacido en el seno de una familia aristocrática cordobesa, en 1806 ingresó en el Seminario de Nobles de Madrid y, más tarde, en el Ejército. Luchó en la guerra de la Independencia y fue herido en la batalla de Ocaña. Apenas terminada la guerra, se dio a conocer con varias obras de carácter neoclásico, como sus Poesías (1814), en las que es visible la influencia de M. J. Quintana, y varias tragedias románticas, entre ellas Aliatar (1816) y Lanuza (1822).
Sus ideas liberales y el enfrentamiento con Fernando VII le obligaron a exiliarse en 1823. Después de una estancia en Londres (donde conoció la obra de W. Shakespeare, Byron y W. Scott), vivió en Italia y, posteriormente, en Malta. En 1830 se trasladó a Francia y, en 1834, gracias a una amnistía, pudo regresar a su país. En ese mismo año, adoptó una posición moderada y desempeñó la cartera de Gobernación en el gabinete de Istúriz. Sin embargo, debido a los sucesos de La Granja, dimitió y se exilió en Lisboa.
En 1834 publicó la leyenda en doce romances El moro expósito o Córdoba y Burgos en el siglo XI, que trata el tema de los infantes de Lara y el bastardo Mudarra. Al año siguiente estrenó en Madrid su obra más importante, el drama en prosa y verso Don Álvaro o la fuerza del sino. Paradigma del romanticismo teatral español, resume todos los violentos arrebatos y contrastes del gusto romántico. De 1840 es la comedia de estilo moratiniano Tanto vales cuanto tienes y de 1841 Un castellano leal, el más famoso del libro, sobre la historia del conde de Benavente. El drama simbólico El desengaño de un sueño (1842) y la Historia de la sublevación de Nápoles (1848) fueron sus últimas obras importantes.
Fue presidente del Gobierno en 1854 a la caída del gabinete San Luis, pero fue reemplazado a los pocos días por la junta revolucionaria. Embajador en Nápoles y en París, a su muerte era director de la Real Academia Española.
LEOPOLDO O'DONNELL
Militar y político español, conde Lucena y duque de Tetuán (Santa Cruz de Tenerife, 1809-Biarritz, 1867). Participó en la primera guerra carlista, en el bando isabelino, y ascendió rápidamente a general. Ascendido a teniente general, fue jefe del Estado Mayor de Espartero y, como capitán general de Aragón y Valencia, expulsó a Cabrera del Maestrazgo.
Conspiró en favor de María Cristina durante la regencia del progresista Espartero; en 1841 precipitó la sublevación general contra este y, ante el fracaso, tuvo que exiliarse. Conspiró con Narváez en París y, a la caída de Espartero, su antiguo aliado le alejó del país al nombrarlo capitán general de Cuba (1843-1848). A su regreso participó en las conspiraciones contra Narváez, y en 1854 encabezó la Vicalvarada y lanzó el manifiesto de Manzanares.
Durante el Bienio Progresista ocupó el Ministerio de la Guerra, desde el que se aprovechó de la división de los progresistas y de la indecisión de los moderados para crear un partido liberal de centro, la Unión Liberal. Con el control del Ejército y el apoyo de Isabel II, el 14 de julio de 1856 se hizo con el poder, aunque poco después, al no acceder ante las exigencias clericales de la reina, tuvo que ceder el cargo a Narváez. En junio     de 1858 volvió al poder, que no abandonó hasta 1863. El quinquenio de la Unión Liberal se caracterizó por la estabilidad política, consecuencia del auge económico (ferrocarriles, obras públicas, etc.) y de dejar actuar con cierta libertad a la oposición (reforma constitucional, ampliación del voto, etc.).
El estrecho reformismo de la Unión Liberal provocó a la larga su desintegración y la consiguiente caída de O'Donnell. Tras los sucesos de la Noche de san Daniel, volvió al poder (junio de 1865). Después de los pronunciamientos de Prim en Villarejo y de los sargentos de San Gil, Isabel II hizo caer sobre él el descrédito de la represión y le sustituyó por Narváez (julio de 1866).
FRANCISCO ARMERO  PEÑARANDA
Marino y político español (Sevilla, 1804-1867). Ingresó en la carrera militar como guardiamarina. Tuvo una destacada participación en la primera guerra carlista, en la que se distinguió en el sitio de Bilbao (1835). En 1844 fue nombrado ministro de Marina, Gobernación y Comercio, cargo que, hasta 1847, ocupó al mismo tiempo que el de capitán general de Madrid. Llegó a ser presidente del Consejo (1857-1858) y le fue concedido el título de marqués de Nervión (1864).
SATURNINO CALDERÓN COLLANTES
Político español (Reinosa, 1799-París, 1864). En 1820, cuando aún cursaba sus estudios, fue elegido diputado. Represaliado durante la restauración absolutista, tras la muerte de Fernando VII volvió a la actividad política. Llegó a ser ministro con B. Espartero, de quien posteriormente se distanció, y fue varias veces ministro con R. M. Narváez y con L. O'Donnell. Ministro de Estado en 1863, su postura favorable a la actuación de J. Prim en México le enfrentó con sus compañeros de gabinete, por lo que dimitió.
LORENZO ARRAZOLA GARCÍA
Político y jurisconsulto español (Checa, Guadalajara, 1795-Madrid,1873). Catedrático de Derecho y rector de la Universidad de Valladolid. Perteneció al partido moderado. Fue ministro de Estado y después presidente del Consejo de Ministros (1864).
Fue autor de la Enciclopedia Española de derecho, iniciada en 1848, de la que sólo se publicaron 12 tomos y que constituye un importante documento jurídico de su época.
ALEJANDRO MON
Político español (Oviedo, 1801-1882). Fue cuatro veces ministro de Hacienda; con Ofalia (1837-1838), con Narváez (1844-1846), con Istúriz (1846) y de nuevo con Narváez (1849). La segunda fue la más importante de estas cuatro gestiones, puesto que durante ella se promulgó la reforma tributaria que suele designarse con su nombre. De orientación liberal, trató de recomponer el déficit de la hacienda española, muy mermada por la guerra carlista. Fue también embajador en el Vaticano y en París, y jefe de Gobierno, al frente de un gabinete de la Unión Liberal, en 1864. De 1868 a 1875 permaneció alejado de la política y volvió a ella durante la Restauración.
JOSÉ GUTIERREZ DE LA CONCHA
Marqués de La Habana. Militar español (Córdoba, Argentina, 1809-Madrid, 1895). Formado en la Academia de Artillería, tomó parte en la primera guerra carlista. Nombrado gobernador general de Cuba (1850-1852), sofocó el movimiento separatista de N. López. Regresó a Cuba durante el Bienio Progresista pero tuvo que dimitir (1859). Fue ministro de la Guerra y de Ultramar en el gobierno del marqués de Miraflores (1864). Se le encargó formar gobierno poco antes del estallido de la Revolución de septiembre de 1868, pero tras el derrocamiento de Isabel II, abandonó el país. Durante la Restauración fue nombrado de nuevo gobernador general de Cuba, aunque tuvo que dimitir por escándalos administrativos. Se adhirió al Partido Conservador de A. Cánovas, pero más tarde colaboró con el Partido Liberal de P. M. Sagasta. Presidió el Senado (1881-1883) y el Consejo Supremo de Guerra y Marina.
FRANCISCO SERRANO DOMÍNGUEZ
Militar y político español (Isla de León, 1810-Madrid, 1885). Procedente de una familia militar liberal, tuvo una notable trayectoria militar y política. Ingresó en la Escuela de Cadetes de Sagunto, pasó a ser alférez (1825) y fue subteniente del cuerpo de Carabineros de Costas y Fronteras (1830). Tuvo una destacada actuación en la primera guerra carlista (1833-1840) en los diferentes frentes. Obtuvo el grado de brigadier por su actuación en el ejército del centro (1839). En 1840 combatió contra los carlistas en Cataluña. Fue elegido diputado a Cortes por Málaga y empezó a relacionarse con los círculos progresistas de Madrid.
Se adhirió al pronunciamiento de Espartero (1840), quien le nombró mariscal de campo. Enviado a Barcelona para poner fin a la insurrección popular (1842), se sumó al pronunciamiento que puso fin a la regencia de Espartero. La junta suprema de Barcelona le designó ministro universal (1843). Contribuyó a la caída del gabinete progresista de Olózaga y facilitó el ascenso de los moderados al poder (1844). Abandonó la vida cortesana como favorito de la reina debido a la animadversión del rey, Francisco de Asís. Aceptó entonces el cargo de capitán general de Granada y se retiró de la política hasta la Vicalvarada (1854). Fue uno de los inspiradores del manifiesto de Manzanares y facilitó el acceso al poder de los progresistas. Afiliado a la Unión Liberal, en 1856 apoyó el golpe de Estado de O'Donnell.
Fue designado capitán general de Cuba y, de regreso a España, le fue concedido el título de duque de la Torre y la grandeza de España. Participó en la represión de la sublevación militar de San Gil (1866). Tras la muerte de O'Donnell, lideró la Unión Liberal. Colaboró en la conspiración de los progresistas y de los demócratas para derrocar a la reina Isabel II. Desterrado a Canarias, destacó en el desarrollo de la Revolución de 1868. Tras reducir las tropas reales en Alcolea bajo el mando de Novaliches, avanzó hacia Madrid y provocó el abandono de Isabel II. La Junta de Madrid le transfirió sus poderes para que constituyera un gobierno provisional hasta la convocatoria de Cortes constituyentes (octubre 1868). Presidió el nuevo gobierno provisional, formado por unionistas y progresistas, y convocó elecciones para Cortes constituyentes (el 15 de enero de 1869).
Fue investido como regente del reino con el título de alteza (el 15 de junio de 1869). Encargó a Prim la presidencia del gobierno y abrió entonces una etapa de transición dedicada a la búsqueda de un candidato a la monarquía. Tras la designación de Amadeo de Saboya como monarca, resignó sus poderes como regente (el 2 de enero de 1871) y fue nombrado jefe del primer gobierno de la nueva monarquía. Formó un gabinete     de concentración (enero 1871), pero no consiguió su unidad de actuación y dimitió (julio 1871). Rechazó la I República (1873) y tomó parte en las conspiraciones militares para derrocarla.
Tras el golpe de Estado de Pavía, fue nombrado presidente del poder ejecutivo que disolvió las Cortes. En febrero de 1874 se designó a sí mismo presidente de Estado y nombró a Zavala presidente de Gobierno. Tras la Restauración, se mantuvo durante un tiempo apartado de la política. En 1882 encabezó el Partido de la Izquierda Dinástica con el objetivo de ofrecer una alternativa liberal de izquierdas en competencia con Sagasta.
JUAN PRIM Y PRATS
Militar y político español (Reus, 1814-Madrid, 1870). En 1834 ingresó en el ejército isabelino. Adherido al Partido Progresista, fue diputado en las Cortes por Tarragona (1841) y pronto participó en su primera conspiración, al lado de O'Donnell. Tras la represión por Espartero del levantamiento de Barcelona (1842), intentó organizar algunas partidas de insurrectos en la comarca de Reus. Derrocado Espartero, obtuvo el título de conde de Reus y vizconde de Bruch y fue encargado de imponer el orden en Barcelona, frente a la autoridad de su junta. En 1847 fue nombrado capitán general de Puerto Rico, donde intentó someter a los esclavos. Acusado de arbitrario por las mismas autoridades hispanas de la isla, contrarias al establecimiento de nuevos colonos favorecido por Prim, dimitió de su cargo.
De vuelta a España, fue elegido diputado, primero por Vic (1851) y después por Barcelona (1853), apoyado por los industriales catalanes. El Gobierno progresista le nombró capitán general de Granada (1855-1856) y le ascendió a teniente general (1856). Tras adherirse a la Unión Liberal de O'Donnell, alcanzó una gran popularidad por su actuación en la campaña de Marruecos (batallas de Castillejos y Tetuán, 1859-1860) y se le concedió el título de marqués de Castillejos. Prim participó como plenipotenciario y comandante de la expedición española en la guerra de intervención de México. Ante la intención francesa de instaurar en México un nuevo régimen, reembarcó sus tropas y se retiró.
En 1862 se adhirió de nuevo a los progresistas y, tras la negativa de la reina a llamar a estos al poder, pasó a desempeñar su jefatura e intentar sucesivos pronunciamientos, sin la colaboración de elementos civiles ni de otros partidos. Su repetido fracaso (Valencia, junio de 1865; Villarejo, 1866; San Gil, junio de 1866) le forzó a buscar el apoyo demócrata, logrado parcialmente después de los acuerdos de Ostende (1866) y París (1867). El 19 de septiembre de 1868, Prim, Ruiz Zorrilla, Sagasta y otros jefes de la revolución lanzaron el manifiesto España con honra. Prim, junto a Topete, desembarcó en Cádiz y recorrió, posteriormente, las ciudades de la costa mediterránea hasta llegar a Barcelona. El 7 de octubre entró triunfal en Madrid y se encargó del ministerio de la Guerra del nuevo Gobierno provisional.
Tras haber sido presentada en las Cortes la candidatura de Amadeo de Saboya, sufrió un atentado en la calle del Turco (Madrid) que le causó la muerte.
JUAN BAUTISTA TOPETE Y CARBALLO
Marino y político español (Tlacotalpán, Yucatán, 1821-Madrid, 1885). Fue nombrado capitán de fragata en 1857 y mayor general de las fuerzas navales que intervinieron en la primera guerra de África. Su actividad política se desarrolló en la Unión Liberal, por la cual fue elegido diputado en 1862. Tras su regreso a la Marina, participó en diversas campañas en la guerra del Pacífico y en el bombardeo de El Callao. Tuvo una decisiva actuación en la Revolución de Septiembre de 1868. Su adhesión a la causa antidinástica significó el apoyo de la Armada a las fuerzas revolucionarias. Impulsado por Topete y Prim, el pronunciamiento tuvo lugar el 18 de septiembre. Fue decisiva entonces la adhesión de la escuadra en Cádiz bajo el mando de Topete, que aportó cuatro fragatas, tres vapores, cuatro goletas y otros buques menores. Poco después, presentó el manifiesto ¡Viva la España con honra!, firmado junto con Prim, Serrano y otros dirigentes del pronunciamiento militar.
Diputado en las Cortes Constituyentes de 1869, fue ministro de Marina y de Ultramar con Prim (junio de 1869). En línea con los unionistas, fue partidario de la candidatura del duque de Montpensier como aspirante a la Corona del nuevo régimen. Al escogerse la de Amadeo de Saboya (1870), decidió dimitir de su cargo. El asesinato de Prim le obligó a asumir la presidencia del Gobierno (diciembre de 1870) y recibir al nuevo monarca. Ocupó la cartera de Ultramar en el gobierno de Sagasta (diciembre de 1871), pero con la proclamación de la Primera República se retiró de la política. Tras el golpe de Estado de Pavía, figuró en el gobierno de Serrano (1874). Intervino en la tercera guerra carlista. Desaprobó el pronunciamiento de Martínez Campos (1874) y no se adhirió a la Restauración. Finalmente reconoció a Alfonso XII, fue senador vitalicio y vicealmirante (1881).

ARSENIO MARTÍNEZ CAMPOS ANTÓN
Militar y político español (Segovia, 1831-Zarautz, 1900). Sirvió a las órdenes del general Prim en la primera guerra de África y participó en la campaña de México (1862). En 1869 fue destinado a Cuba. Durante la Primera República fue gobernador militar de Barcelona. Se adhirió al golpe de Estado de Pavía (enero de 1874) y apoyó la causa alfonsina. Llevó a cabo el pronunciamiento militar de Sagunto que proclamó a Alfonso XII rey de España (diciembre de 1874). Su iniciativa fue respaldada por otras fuerzas militares, con lo cual se efectuó la restauración de la dinastía de los Borbones. La campaña política pacífica de Cánovas en favor de la Restauración quedó superada como consecuencia de su pronunciamiento. Alfonso XII le confió la jefatura de la campaña contra los carlistas en Cataluña y Navarra. Más tarde fue nombrado capitán general en Cuba, donde colaboró con Jovellar en la pacificación de la isla. Partidario de una política de tolerancia, facilitó la negociación con los rebeldes y logró el fin de la guerra con la paz de Zanjón (1878).
Por voluntad de Cánovas, fue designado presidente del gobierno conservador en marzo de 1879, aunque poco después se pasó a las filas liberales. Ocupó la cartera de la Guerra en el gobierno liberal de Sagasta (febrero de 1881), y se dice que recibió el encargo del rey de negociar el supuesto pacto de El Pardo (1885). Nombrado capitán general en Cataluña, sufrió un atentado del anarquista Pallás (1893). En 1895 fue enviado de nuevo a Cuba al reanudarse el movimiento insurreccional. Se negó a adoptar una política militar más represiva y, relevado por Cánovas, fue sustituido por el general Weyler. Poco después se retiró de la vida militar.
JOSÉ POSADA HERRERA
Político español (Llanes, 1815-1885). Diputado progresista, en 1843 contribuyó a la caída de Espartero. Cambió de filiación política, pasó a las filas de los moderados y fue uno de los más encarnizados acusadores de Olózaga. Fue ministro de la Gobernación en el gabinete Istúriz (1858) y con el gobierno posterior de O'Donnell, quien organizó unas elecciones (1858) especialmente corruptas: suspensiones de ayuntamientos, procesamientos de concejales, cambio de funcionarios, falsificación de actas y violencia sobre los electores. Posada Herrera pretendió justificar su conducta sosteniendo el derecho del Gobierno a ejercer su «influencia moral» sobre las elecciones.
En la larga etapa de gobierno de la Unión liberal (1858-1863) dirigió al equipo gobernante. Su inmovilismo y su corrupción prepararon, sin duda, el terreno para la caída de la monarquía. En octubre de 1883 presidió un gobierno integrado básicamente por miembros de la izquierda del partido fusionista de Sagasta. Fue derribado por el Congreso en enero de 1884 y dejó el paso libre a Cánovas.
MARCELO AZCÁRRAGA  PALMERO
Militar y estadista español (Manila, 1832-Madrid, 1915). Participó en el derrocamiento de Espartero en 1856. Al año siguiente fue destinado a la isla de Cuba y más tarde desempeñó el cargo de embajador en México. Partidario del alfonsismo, participó en la proclamación de Alfonso XII como rey de España. Miembro del Partido Conservador, ocupó diversos cargos políticos durante la Restauración. Fue nombrado ministro de Guerra en cinco ocasiones y ocupó esta cartera en los gobiernos presididos por Cánovas.
Desempeñó la presidencia del gobierno de transición, cargo en el que se mantuvo hasta el 4 de octubre de 1897. Volvió a ser nombrado ministro de Guerra en dos gabinetes sucesivos presididos por Silvela. Elegido de nuevo presidente del Gobierno el 23 de octubre de 1900, ocupó el cargo hasta febrero de 1901. Accedió por última vez a la presidencia del Gobierno por un breve periodo, de diciembre de 1904 a enero de 1905.
FRANCISCO SILVELA
Historiador, abogado y político español (Madrid, 1845-1905). Estudió derecho en la Universidad Central de Madrid e ingresó en la Academia de Jurisprudencia en 1862. Adscrito a la Unión Liberal, se inició en la política como diputado en las Cortes Constituyentes en 1870. Se adhirió entonces al grupo conservador liderado por Cánovas. Se mantuvo alejado de la política durante el reinado de Amadeo I.
Con la Restauración, fue nombrado ministro de Gobernación en el gabinete de Martínez Campos (marzo de 1879) e introdujo reformas en el sistema de beneficencia que suscitaron la oposición de R. Robledo. Destacó por su disidencia en el seno del conservadurismo de la Restauración, movimiento dentro del cual defendía un régimen político parlamentario constitucional. Discrepó con Cánovas al rechazar el sistema de turno político basado en el caciquismo y el fraude electoral. Rechazó el sistema político canovista como decadente y sin moralidad. Cuando se produjo la ruptura entre Robledo y Cánovas a raíz del establecimiento del pacto de turno político con el líder liberal Sagasta (1881), Silvela se convirtió en el lugarteniente del líder conservador.
Fue ministro de Gobernación en el gabinete de Cánovas en 1890, pero ante la reconciliación entre Robledo y el líder conservador, prefirió dimitir que tolerar su presencia en el gabinete (1891). Entre 1894 y 1898 estableció el programa disidente del nuevo conservadurismo. Se fundamentó en una reforma total del gobierno municipal como base para la creación de una moralidad política que impidiera el funcionamiento del caciquismo y la utilización de la política local para fines electoralistas. Se erigió en representante de la superioridad moral, entendida como reforma política, de las clases privilegiadas. Pretendió realizar un proyecto regeneracionista desde arriba.
En 1897 exigió a la reina la destitución de Cánovas para dar una oportunidad a su proyecto de conservadurismo. Tras el desastre de 1898, fue designado presidente de un ministerio de regeneración nacional con Polavieja, Villaverde, Marqués de Pidal, Gómez Imaz, Dato y Durán y Bas (marzo de 1899). Durante su gobierno se produjeron una serie de crisis políticas. También se desató una amplia conflictividad social impulsada por el movimiento obrero.
Silvela presentó su dimisión con el pretexto del nombramiento de Weyler como capitán general de Madrid. En 1902, en el gabinete conjunto con Maura, formó gobierno otra vez con Villaverde en la cartera de Hacienda. Se reguló entonces la creación del Instituto de Reformas Sociales y se presentó por vez primera la ley de bases de reforma de la administración local. La dimisión del ministro de Hacienda, junto con la agitación obrera y estudiantil, le obligaron a dimitir y se retiró de la política. Como historiador es autor de Cartas de la venerable Sor María de Ágreda y el señor rey don Felipe IV (1885). También colaboró con asiduidad en la prensa de la época.
RAIMUNDO FERNÁNDEZ VILLAVERDE
Político español (Madrid, 1848-1905). De tendencia conservadora, fue elegido diputado a Cortes en el año 1872 por Caldas de Reis. Desempeñó los cargos de subsecretario de Hacienda (1880-1881) y gobernador civil de Madrid (1884), y ocupó carteras ministeriales en los gobiernos conservadores de Cánovas del Castillo (como ministro de Gobernación en los gabinetes de enero de 1884 y noviembre de 1891, y de Gracia y Justicia en el gabinete de julio de 1890).
Al producirse la crisis política entre los líderes conservadores Cánovas del Castillo y Silvela, a raíz de la revisión de la gestión del alcalde de Madrid Alberto Bosch y Fustegueras, optó por apoyar al segundo. En el año 1899 fue nombrado ministro de Hacienda y tuvo un papel destacado en la liquidación del Ministerio de Ultramar tras la pérdida de las colonias españolas. Su proyecto de Ley de Presupuestos para 1899-1900 pretendió que el Gobierno se hiciera cargo de las deudas coloniales, que suspendiera la amortización de la deuda pública y que realizara una reforma tributaria que contemplara el establecimiento de la contribución de utilidades. El proyecto provocó una enconada oposición por parte de la burguesía española y motivó disturbios populares en diversas ciudades. Su política presupuestaria se liquidó de forma satisfactoria con un periodo de superávit y logró así sanear la situación de la economía española. Volvió a ocupar la cartera de Hacienda en 1902. Ejerció como presidente de gobierno entre los meses de julio y diciembre de 1903. Cuando dos años más tarde quiso nuevamente ocupar el cargo, fue derrotado.
ANTONIO MAURA Y MONTANER
Abogado y político español (Palma de Mallorca, 1853-Torrelodones, 1925). Protagonista de una destacada y controvertida carrera política, en la primera etapa de su trayectoria siguió los postulados del liberalismo, dentro de la corriente disidente encabezada por su cuñado Guzmán Gamazo. Identificado con el regeneracionismo y la necesidad de efectuar una reforma del sistema político de la Restauración, sus primeras intervenciones públicas tuvieron como marco la disidencia liberal y la crítica de la política conservadora.
Designado ministro de Ultramar en el gobierno liberal de Sagasta en diciembre de 1893, pretendió desarrollar un proyecto de autonomía para Cuba y Puerto Rico como medio de neutralizar pacíficamente al movimiento independentista, pero la oposición de los conservadores y de un amplio sector de los mismos liberales hizo fracasar el proyecto y forzó su alejamiento temporal del primer plano de la vida política, hasta que en 1895 se hizo cargo del Ministerio de Gracia y Justicia en el gobierno de Sagasta.
La crisis de 1898 representó un punto de inflexión en su trayectoria personal y política, y el germen de una de las claves de su ideario: la necesidad de fortalecer la presencia del pueblo en la vida política.
La erradicación del caciquismo y de los abusos de la oligarquía figuraron como objetivos prioritarios de su proyecto de dignificación de la política española. Sus propuestas regeneracionistas se acercaron en gran medida al programa disidente del nuevo conservadurismo de Francisco Silvela. Al centrar su interés en el funcionamiento político de la monarquía, con los límites presentes en las bases legales del régimen establecido, su proyecto resultó compatible con la alternativa de saneamiento político propuesta por los conservadores.
Tras el fallecimiento de Guzmán Gamazo en 1901, Maura asumió la dirección de su grupo liberal disidente, hasta que en 1902 se produjo un acuerdo con Silvela para su ingreso en el Partido Conservador. De este modo, Maura se convirtió en la figura clave de la política española de las primeras décadas del siglo XX.
En 1902 se formó el gobierno conjunto Silvela-Maura, que presentó por vez primera a las Cortes la ley de Bases de Reforma de la Administración Local. Encargado de organizar las elecciones de 1903, puso en práctica su proyecto de saneamiento de la política española y de movilización política del país. Con la excepción de las principales ciudades, donde triunfaron candidaturas republicanas, no logró impedir la manipulación de los resultados electorales en el resto de España.
La dimisión de Silvela como jefe de Gobierno agigantó aún más la figura política de Maura, aclamado a partir de entonces como líder del Partido Conservador. Fue llamado a presidir el gobierno en 1903 y 1904, e intentó poner en marcha su política de reformas, pero las intromisiones del rey Alfonso XIII motivaron su dimisión. Encargado de nuevo de la jefatura del gabinete desde 1907 hasta 1909, llevó a cabo un amplio programa de reformas legislativas. Su gobierno impulsó también medidas en el ámbito social, con la creación de instituciones de asistencia a los más desfavorecidos, pero su intransigencia en el mantenimiento del orden público, que le llevó a reprimir con dureza los acontecimientos de la Semana Trágica de 1909 en Barcelona, minaron su prestigio dentro y fuera de España. Perdió entonces la confianza del rey Alfonso XIII y tuvo que dimitir.
Cuando fue llamado de nuevo para asumir la jefatura del Gobierno, impuso condiciones para su regreso. Maura siguió manteniendo un cierto peso en la vida pública, y aún sería llamado en otras ocasiones a ejercer la presidencia del Gobierno entre 1918 y 1919 y de 1921 a 1922, en este segunda ocasión al frente de un gabinete de concentración formado tras el desastre de Annual. Finalmente se mantuvo al margen durante la dictadura de Primo de Rivera, dedicado a redactar sus memorias.
EUGENIO MONTERO RÍOS
Político y jurista español (Santiago de Compostela, 1832-Madrid, 1914). Catedrático por la Universidad de Oviedo (1859) y Santiago de Compostela (1860), se trasladó a Madrid a cargo de la cátedra de derecho canónico en la Universidad Central (1864). Miembro del Partido Progresista, fundó el periódico La Opinión Pública. Con el triunfo de la Revolución de 1868, resultó elegido diputado por Pontevedra. Fue designado ministro de Gracia y Justicia en el gobierno Prim (1870). Durante su gestión, introdujo la ley de registro civil y del matrimonio civil.
Durante el reinado de Amadeo I fue nombrado en dos ocasiones ministro de Gracia y Justicia (1871 y 1872). Partidario de la separación de la Iglesia y el Estado, promovió medidas legislativas en este sentido y redactó la carta de renuncia de Amadeo I. Contribuyó a la creación de la Institución Libre de Enseñanza, de la cual fue nombrado rector (1877-1878).
Durante la Restauración osciló entre el republicanismo y el liberalismo. Intervino en la fundación del Partido Republicano Democrático de Martos (1873) y en el de la Izquierda Dinástica (1881). Incapaz de desarrollar un partido liberal capaz de desplazar a Sagasta, se adhirió a su causa. Fue ministro de Fomento (1885) y de Gracia y Justicia (1892) en los gabinetes de Sagasta.
Con la crisis del Partido Liberal por las luchas por la sucesión de Sagasta, muerto en 1903, le sucedió de forma provisional. Con la escisión del partido, encabezó, con Canalejas y Vega de Armijo, la fracción más radical, opuesta al centrismo de Moret. Fue llamado a presidir el Gobierno en junio de 1905. Frente a la crisis provocada por el incidente del semanario satírico catalán Cu-Cut!, adoptó la decisión de castigar a los militares. La oposición del monarca a esta medida motivó su dimisión.
SEGISMUNDO MORET PRENDERGAST
Economista, jurista y político español (Cádiz, 1838-Madrid, 1913). Estudió derecho en la Universidad Central de Madrid y obtuvo la cátedra de hacienda pública en la misma universidad. Dirigente liberal y defensor del librecambismo, destacó por sus escritos sobre temas económicos y de hacienda. Resultó elegido diputado independiente por Almadén en 1863. Con el triunfo de la Revolución de septiembre (1868), se adhirió al nuevo régimen. Fue elegido diputado por Ciudad Real en las elecciones a Cortes constituyentes (enero de 1869) donde triunfaron los partidos de la coalición de unionistas, progresistas y demócratas. Tomó parte activa en la redacción del nuevo texto constitucional (junio de 1869) que consagró las libertades democráticas. Durante la etapa de interinidad monárquica, ocupó la cartera de Ultramar en el gobierno de Prim. Desde este cargo, procedió a la abolición de la esclavitud en Puerto Rico. Poco después fue nombrado ministro de Hacienda en el gabinete de Prim (1869) y luego en el gobierno de Topete (1870). Tuvo que dimitir al poco tiempo a causa de ciertas irregularidades de gestión en dos concesiones de tabaco. Al cesar en el Ministerio, ocupó la embajada de España en Londres.
Tras la Restauración, regresó a España (1875) y creó el Partido Democrático Monárquico, que se fundió luego con la Izquierda Dinástica. Posteriormente ingresó en el Partido Fusionista Liberal de Sagasta. Moret defendió que el capitalismo debía ser libre para actuar de forma autónoma. Como ministro de Gobernación, creó la Comisión de Reformas Sociales en 1883. Durante la Restauración desempeñó carteras ministeriales en diversas ocasiones. Fue ministro de Gobernación en el gabinete de Posada Herrera (1883) y colaborador     asiduo en los gobiernos de Sagasta entre 1886 y 1888. Desempeñó las carteras de Estado (1886-1888), Gobernación (1888) y Fomento (1892), y estuvo al frente del Ministerio de Ultramar durante la crisis de Cuba (1897-1898). Se ocupó de nuevo de las carteras de Gobernación en los últimos gabinetes de Sagasta (1901, 1902).
En 1905 se le encargó por fin la presidencia de un gobierno tras la dimisión de Montero Ríos. Moret adoptó entonces la política de respaldar a los militares y aprobó la Ley de Jurisdicciones. Asimismo, prestó apoyo bajo mano a Lerroux, con la intención de desviar las masas obreras de Barcelona del catalanismo. Estas decisiones motivaron el rechazo de todos los sectores políticos catalanes. El atentado de Morral contra Alfonso XIII (mayo de 1906) le obligó a dimitir. Trató de volver al poder en 1906 al provocar «la crisis del papelito», pero fue impedida la continuidad de su gobierno por el Congreso, que le sometió a un voto de censura. Tras la caída de Maura, llegó por última vez a la jefatura del Gobierno (1909), pero los miembros de su propio partido le vetaron y le obligaron a retirarse de la política.
JOSÉ LÓPEZ DOMÍNGUEZ
Militar y político español (Marbella, 1829-Madrid, 1911). Como teniente de artillería, tomó parte en la Revolución de 1854. Asistió como observador en la guerra de Crimea y en la campaña de Italia. Afiliado al partido de la Unión Liberal, fue elegido diputado a Cortes. Colaboró con su tío, el general Serrano, en la Revolución de 1868. Constituido el gobierno provisional, fue nombrado subsecretario de la presidencia, y luego secretario de la regencia. En 1871 ascendió a mariscal de campo y fue nombrado ayudante de Amadeo I. Como jefe de Estado Mayor del ejército gubernamental en las Vascongadas, desempeñó un papel decisivo en la III guerra carlista y en la liberación de Bilbao. Dirigió, con éxito, el sitio del cantón de Cartagena (1873). En 1874 fue nombrado capitán general de Cataluña.
Con la Restauración, inicialmente quedó apartado de la política, pero más tarde formó parte del grupo de la izquierda dinástica. Fue nombrado ministro de Guerra en los gobiernos liberales de Posada Herrera (octubre de 1883-enero de 1884) y de Sagasta (diciembre de 1892-marzo de 1895). Con la muerte de Sagasta se aproximó a Canalejas, quien le apadrinó como jefe de Gobierno en julio de 1905, cargo que tuvo que abandonar a los cinco meses, por una maniobra política de Moret en la crisis del 27 de noviembre de 1905.
ANTONIO AGUILAR Y CORREA
Político español (Madrid, 1824-1908). Marqués de la Vega de Armijo. Fue diputado, gobernador y ministro de Fomento y Gobernación por la Unión Liberal antes de la revolución de 1868. En 1874 fue nombrado embajador en Francia y posteriormente ministro de Estado, presidente del Congreso y del Consejo de Ministros tras la coronación de Alfonso XII.
JOSÉ CANALEJAS MÉNDEZ
Político español (El Ferrol, 1854-Madrid, 1912). Licenciado en derecho y periodista, inició su carrera política en las filas del republicanismo, corriente que abandonó para afiliarse al Partido Liberal, formación por la que resultó elegido diputado en las Cortes en diversas ocasiones. Fue designado ministro de Fomento en el gobierno liberal de Sagasta (1888), ministro de Gracia y Justicia en el gobierno siguiente (1888) y, de nuevo en el gobierno de Sagasta, ministro de Hacienda (1894).
En 1897 se enfrentó a la política de Sagasta sobre la isla de Cuba. Partidario de un ejército fuerte, patrocinó una política extranjera que defendiera los intereses coloniales españoles. Al romper con el Partido Liberal, elaboró su propio programa político. Influido por el krausismo, fue partidario de la intervención del Estado en asuntos de justicia social. Se interesó por la suerte del campesinado pobre y propugnó la ampliación de la noción legal de expropiación por utilidad pública a la de utilidad social como base para el desarrollo de una reforma agraria en España.
Aceptó volver a formar parte del gobierno de Sagasta como ministro de Agricultura en 1902. Tras la pérdida de confianza de Alfonso XIII en el líder conservador A. Maura, a raíz de los sucesos de la Semana Trágica (1909), fue designado primer ministro en 1910, cargo desde el que intentó llevar a la práctica su programa político. Estableció la libertad de la práctica religiosa en público y suspendió las relaciones diplomáticas con el Vaticano. Aprobó la ley del Candado para frenar la implantación de órdenes y sociedades católicas en el país, derogó el impuesto de Consumos y lo sustituyó por impuestos que gravaban a las rentas más altas y estableció el servicio militar obligatorio para todos los españoles. Estas reformas le valieron el rechazo de las fuerzas conservadoras, y tampoco le otorgaron el apoyo de republicanos y socialistas, que consideraron las medidas adoptadas de escasa eficacia.
El periodo final de su gobierno coincidió con la intensificación de los conflictos sociales y con una importante huelga ferroviaria en 1912 que logró frenar con la amenaza de militarización del personal ferroviario. El 12 de noviembre de 1912 cayó mortalmente herido, víctima de un atentado perpetrado por M. Pardiñas, que le disparó al no poder llegar a su objetivo, el rey Alfonso XIII.
MANUEL GARCÍA PRIETO
Político español (Astorga, 1859-San Sebastián, 1938). Ocupó la cartera de Gobernación en 1906. En el gobierno Moret se encargó del Ministerio de Gracia y Justicia. Fue ministro de Fomento en el gobierno López Domínguez, en 1908, y ministro de Estado en el gobierno Canalejas, en 1910. En este periodo gestionó sendos acuerdos con Francia y Marruecos para la pacificación de la zona, por lo que, en 1911, fue     recompensado con el título de primer marqués de Alhucemas y, en 1913, con el de grande de España. Tras la muerte, en noviembre de 1912, del cabeza de filas de su partido, José Canalejas, ocupó la presidencia del Gobierno interinamente, pero su oponente en la dirección del partido, el conde de Romanones, le negó su apoyo. Se llegó así a una escisión del Partido Liberal, con García Prieto como cabeza de una de sus facciones, que adoptó la denominación de Partido Liberal Democrático.
Accedió a la presidencia del Gobierno tras la caída del segundo gobierno Romanones, pero sólo de abril a junio de 1917, debido a la crisis provocada por las reivindicaciones de las juntas militares de defensa. Nuevamente presidió el Gobierno entre noviembre de 1917 y marzo de 1918, en un llamado gobierno de concentración nacional en el que figuraba La Cierva como representante de las juntas militares. Esta vez fue desalojado del poder por la crisis provocada por las juntas de empleados de correos y telégrafos, y pasó a desempeñar la cartera de Gobernación en el llamado gobierno nacional presidido por Maura. Volvió a ocupar la presidencia del Gobierno en 1918 y 1923, una etapa que se caracterizó por el problema del pistolerismo en Cataluña y por la errónea dirección de la guerra de Marruecos, que culminó en el desastre de Annual. Destituido por Primo de Rivera tras el golpe de Estado de septiembre de 1923, se alejó de la actividad política hasta la caída del dictador. En 1931 fue nombrado ministro de Gracia y Justicia del gobierno de Aznar, el último de la monarquía antes del advenimiento de la Segunda República.
ÁLVARO DE FIGUEROA Y TORRES
Conde de Romanones. Político español (Madrid, 1863-1950). Hijo de una familia terrateniente enriquecida con la industria minera, se licenció en derecho en la Universidad Central de Madrid (1884) y se doctoró en la Universidad de Bolonia. Inició su carrera política con su ingreso en el Partido Liberal (PL). Fue elegido concejal del Ayuntamiento de Madrid (1890) y, casi simultáneamente, diputado por Guadalajara (desde 1888). Fue alcalde de Madrid (1894-1895 y 1897-1899) y ministro de Instrucción Pública (1901-1902). Aunque partidario de P. M. Sagasta, decidió constituir su propia corriente política dentro del partido, a la que dotó del órgano de expresión Diario Universal (1903), que le serviría como medio para influir en la opinión pública. Con los gobiernos liberales de 1905-1906 fue ministro de Fomento, de Gracia y Justicia y de Gobernación. Contribuyó a la ascensión de J. Canalejas a la jefatura del PL, y como recompensa fue nombrado ministro de Instrucción Pública (1909) y, más tarde, promovido a la presidencia del Congreso (1912).
Después del asesinato de Canalejas, y convertido en jefe indiscutible de una de las principales facciones del PL, fue encargado de formar Gobierno (1912-1913), y negoció con Francia el tratado de soberanía sobre Marruecos (1912). Su actitud francófila durante la Primera Guerra Mundial chocó con la declaración de neutralidad del gobierno de E. Dato y con las actitudes germanófilas de los conservadores. Al presidir un nuevo gobierno (1915-1917), dio un giro a la política exterior, decantándose por los aliados y enfrentándose a Alemania a raíz del incidente en el que buques españoles fueron torpedeados por submarinos alemanes, pero, incapaz de resolver los problemas sociales internos de España, y atacado por la prensa conservadora favorable a Alemania, acabó por presentar su dimisión.
Poco después volvió a participar en el gobierno de concentración nacional de A. Maura como ministro de Instrucción y de Justicia, y en el gobierno de García Prieto como ministro de Estado (1918), e incluso fue encargado nuevamente de formar un efímero gobierno (1918), derribado por la agitación autonomista en Cataluña y por los conflictos obreros. Ministro de Gracia y Justicia (1922-1923) en el gobierno de concentración liberal de García Prieto, tras el golpe de Estado de Primo de Rivera (1923) abandonó la política activa. Caída la dictadura de Primo de Rivera (1930), aconsejó la formación del gobierno de J. B. Aznar, en el que se integró como ministro de Estado, pero las elecciones de 1931 demostraron que la opción monárquica estaba agotada, y a la vista de los resultados, favorables a la República, aconsejó al rey Alfonso XIII que abandonara España. Romanones intervino personalmente en las negociaciones con N. Alcalá Zamora y con el comité revolucionario, que darían paso a un cambio pacífico del c régimen. Durante la Segunda República española mantuvo su escaño en las Cortes, pero su peso político fue insignificante, y se limitó a intervenir para defender la figura del rey Alfonso XIII en el exilio. 
Miembro de la Real Academia de la Historia, fue también presidente de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Escribió diversas obras políticas e históricas, como Notas de una vida, Las responsabilidades del antiguo régimen, El régimen parlamentario y los gobiernos de gabinete.
EDUARDO DATO IRADIER
Político y jurisconsulto español (La Coruña, 1856-Madrid, 1921). Abogado de prestigio, ingresó en las filas del Partido Conservador, por el que fue elegido diputado en 1883. Como subsecretario del Ministerio de Gobernación (1892), denunció las irregularidades en el Ayuntamiento de Madrid y se unió al bando opositor encabezado por F. Silvela. A la muerte de A. Cánovas, fue designado ministro de Gobernación en el gobierno de regeneración nacional de Silvela (1899). Desempeñó la cartera de Gracia y Justicia (1902) en el gobierno de A. Maura-Silvela y, tras ocupar durante un breve tiempo la alcaldía de Madrid, fue instituido presidente de las Cortes (1907-1909). Escindido el Partido Conservador en mauristas y datistas o idóneos, accedió a la presidencia del Gobierno (1913-1915), cargo desde el que aprobó el decreto de organización de la Mancomunidad catalana, que puso fin a un largo contencioso con la Liga Regionalista, y afianzó la neutralidad española en la Primera Guerra Mundial. Volvió al poder en 1917, en una coyuntura marcada por la agitación política y social, que intentó estabilizar mediante la disolución del Parlamento y la legalización de las juntas militares. En 1918 fue encargado de la cartera de Estado en el gobierno nacional de Maura y presidió, por última vez, el gobierno en 1920. Ante la situación de conflictividad social vivida en Barcelona, donde estaban enfrentadas la patronal y las organizaciones sindicales, refrendó su política represiva, postura que le convirtió en blanco del terrorismo. Falleció a consecuencia de un atentado en Madrid.

JOAQUÍN SÁNCHEZ DE TOCA
Político español (Madrid, 1852-Pozuelo de Alarcón, 1942). Miembro destacado del Partido Conservador, fue elegido diputado en el año 1884 y sucesivos. Fue nombrado senador vitalicio en 1889 y alcalde de Madrid en 1896 y, de nuevo, en 1907. Ocupó el Ministerio de Agricultura en 1900 y 1901, el de Marina en 1902 y 1903, y el de Gracia y Justicia en 1903 y 1904. Presidió el Consejo de Estado en 1904 y el Senado en 1913 y 1920. Al producirse la división en el seno del Partido Conservador, se inclinó por Eduardo Dato, aunque mantuvo una posición independiente. Accedió a presidir el Gobierno en julio de 1919, en una época de crecientes conflictos sociales, especialmente en Andalucía y Cataluña. Intentó llevar a cabo una política conciliadora, pero dimitió en diciembre de ese mismo año. Es autor de Nuestra defensa naval (1903) y Regionalismo, municipalismo y centralización (1921).
MANUEL ALLENDESALAZAR  MUÑOZ DE SALAZAR
Político y agrónomo español (Gernika-Lumo, 1856-Madrid, 1923). Inició su carrera política en 1884 en las filas del Partido Constitucional Conservador. Fue gobernador del Banco de España, alcalde de Madrid y presidente del Senado. En 1900 desempeñó la cartera de Hacienda en el gobierno presidido por M. Azcárraga. En 1902 fue nombrado ministro de Instrucción Pública con Silvela, y en 1903 ocupó la cartera de Agricultura en el gobierno de Maura. Fue llamado por Alfonso XIII para formar gobierno en dos ocasiones. En 1919, bajo la idea primordial de la aprobación de los presupuestos, formó un gobierno con representantes de diversas formaciones políticas. En 1921, tras la muerte de E. Dato, nombró otro gobierno de signo conservador. Dimitió al producirse el desastre de Annual (julio de 1921).
GABINO BUGALLAL ARAUJO
Jurisconsulto y político español (Ponteareas, 1861-París, 1932). Diputado desde muy joven, fue nombrado ministro en diversas ocasiones entre 1902 y 1920. En este último año sustituyó a F. Bergamín como ministro de Gobernación y adoptó una política de mano dura contra la conflictividad social. Partidario de medidas represivas, llegó a tolerar la aplicación de la ley de fugas. Ocupó interinamente la jefatura del Gobierno y, en contra de la voluntad de A. Maura, intentó crear un Gobierno conservador homogéneo. Monárquico conservador, durante la dictadura de M. Primo de Rivera mantuvo su adhesión al rey Alfonso XIII. Ministro de Economía en 1931, ante el masivo apoyo electoral a la República, fue el único que respaldó el empleo de     la fuerza para defender la monarquía.
JOSÉ SÁNCHEZ GUERRA
Periodista y político español (Cabra, 1859-Madrid, 1935). Dirigió las revistas La Iberia (1885), La Revista de España (1888) y El Español (1898). Se inició en la vida política en 1886 al ser elegido diputado. Amigo y colaborador de Antonio Maura, siguió sus pasos y cambió su pertenencia al Partido Liberal por el Conservador. Ocupó las carteras de Gobernación en 1903 y 1904 y de Fomento entre 1907 y 1909. En el Partido Conservador apoyó a Eduardo Dato, quien lo incorporó a sus gobiernos como ministro de Gobernación entre 1913 y 1915 y, posteriormente en 1917. En 1922 presidió el penúltimo Gobierno de la monarquía antes de la instauración de dictadura de Primo de Rivera. Desde su presidencia quiso restablecer la confianza en las garantías constitucionales y destituyó al general Martínez Anido y al jefe de la policía de Barcelona, Arlegui, responsables ambos del fenómeno del pistolerismo. El escándalo político a raíz del desastre de Annual le obligó a dimitir. Se opuso a la dictadura de Primo de Rivera y participó activamente en la llamada conspiración de Valencia en 1929. Poco después de la caída de la dictadura, en enero 1930, dirigió el llamado grupo constitucionalista (formado por liberales, conservadores y reformistas), que fue crítico con la monarquía y exigió un orden constitucional. Pese a ello, su actitud monárquica le llevó a liderar un último intento de salvar el viejo régimen, y en febrero de 1931 proponía la formación de un Gobierno conjunto entre monárquicos y los miembros del comité revolucionario republicano. Entre sus escritos se cuentan El pan de la emigración (1928) y Al servicio de la República (1932).
MIGUEL PRIMO DE RIVERA Y ORBAÑEJA
Militar y político español (Jerez de la Frontera, 1870-París, 1930). En 1884 ingresó en la academia militar y una vez concluidos sus estudios marchó a Marruecos, donde en 1893 ganó la laureada de San Fernando y el ascenso a capitán. En 1895 marchó a Cuba como ayudante de Martínez Campos y allí consiguió el grado de comandante. Su tío Fernando Primo de Rivera le llevó consigo a Filipinas en 1897, cuando fue nombrado capitán general del archipiélago. Regresó a España y en 1909 volvió a participar en los combates de la zona de Melilla. Nombrado general de brigada en 1912, durante la Primera Guerra Mundial fue comisionado por el Gobierno español para visitar los frentes francés y británico. En julio de 1919 ascendió a teniente general y fue nombrado capitán general de Valencia y poco después de Madrid.
A causa de un discurso en el Senado en el que pedía el abandono del Rif, fue relevado de la capitanía general de Madrid y poco después, en marzo de 1922, destinado a la de Barcelona. Allí apoyó a la burguesía catalana y consiguió la destitución de varios gobernadores civiles, considerados débiles por la Federación Patronal.
Ante la crisis política y social del país y para evitar las responsabilidades del expediente Picasso (investigación sobre las responsabilidades de los desastres militares de la campaña marroquí de 1921), el 13 de septiembre de 1923 dio un golpe de Estado militar que contó con la rápida aprobación de Alfonso XIII. Nombrado jefe del Gobierno, formó un directorio militar y suprimió las libertades democráticas (censura de prensa, persecución de los grupos políticos, incluso los monárquicos, represión del movimiento obrero, clausura del Congreso, etc.). Durante la dictadura, Primo de Rivera concentró todo el poder ejecutivo y legislativo e intervino constantemente en el judicial. Contó tan sólo con la colaboración política del Ejército y sectores de la extrema derecha, que fue de donde sacó sus principales colaboradores (Martínez Anido, Calvo Sotelo, Guadalhorce, Aunós, Arlegui, etc.). Por el contrario, importantes sectores políticos y económicos se mantenían en una posición ambigua o incluso claramente en la oposición, que llegó a abarcar desde grupos monárquicos y militares (Sánchez Guerra, Romanones, Weyler) hasta la extrema izquierda (anarcosindicalistas y comunistas) pasando por todos los grupos liberales, republicanos y nacionalistas. Su popularidad se mantuvo, en parte, gracias al éxito de las campañas de Marruecos y a su peculiar actuación personal. Sin embargo, el aumento de la oposición en casi todos los sectores de la sociedad, el fracaso de la Unión Patriótica como partido primorriverista y el intrusismo en sectores como la justicia, universidad y colegios profesionales, hicieron perder popularidad al dictador y a su régimen.
Tras una fracasada intentona de obtener el total apoyo de todas las capitanías generales, se vio obligado a dimitir (28 de enero de 1930), mientras Alfonso XIII intentaba apuntalar la tambaleante monarquía con el gobierno Berenguer. Primo de Rivera se exilió en París, donde murió muy poco después.
DÁMASO BERENGUER  FUSTÉ
Militar y político español (San Juan de los Remedios, Cuba, 1873-Madrid, 1953). Ministro de la Guerra en 1918, fue nombrado alto comisario de Marruecos (1919-1922); logró neutralizar la agitación de Al-Raysuni en la zona occidental, pero fue responsable del desastre de Annual de julio de 1921, por el que se le juzgó y separó del servicio activo. Amnistiado en 1924, ascendió a teniente general y fue nombrado jefe de la Casa Militar del rey en 1929. A la caída de la dictadura de Primo de Rivera, el rey le encargó formar un gobierno que debía hacer posible el retorno a la normalidad constitucional (enero de 1930-febrero de 1931). Después reforzó como ministro de la Guerra el último gobierno de la monarquía de Alfonso XIII.
La II República le procesó y condenó como responsable de los fusilamientos de Jaca, pero fue amnistiado en 1934. Publicó los libros testimoniales Campañas en el Rif y Yebala 1921-1922. Notas y documentos de mi diario de operaciones (1923) y De la Dictadura a la República (1946).
JUAN BAUTISTA AZNAR CABANAS
Militar y político español (Cádiz, 1860-Madrid, 1933). Fue comandante general de la Armada durante la campaña de Marruecos (1921). Alcanzó el grado de almirante y fue nombrado ministro de Marina (1922-1923) en el gobierno del marqués de Alhucemas. Colaboró con la dictadura de Primo de Rivera y presidió el último gobierno monárquico de Alfonso XIII. Fue un intento desesperado por mantener la monarquía, frente al creciente republicanismo. Para recuperar una orientación constitucionalista, tuvo que comprometerse a convocar elecciones, primero municipales y luego a Cortes con carácter constituyente. Las elecciones municipales fueron convocadas para el 12 de abril de 1931 y su resultado dio pie a la proclamación de la II República española el 14 de abril.
NICETO ALCALÁ-ZAMORA TORRES
Político y jurista español (Priego de Córdoba, 1877-Buenos Aires, 1949). En 1899, cuando contaba sólo con 22 años de edad, fue nombrado oficial letrado del Consejo de Estado. Ingresó en el Partido Liberal Monárquico; al fraccionarse este, se decantó por el grupo de M. García Prieto y fue elegido diputado en 1905. Desempeñó la cartera de Fomento en 1917 y la de Guerra en el gobierno de concentración liberal de 1922. Acogió con benevolencia el golpe de Estado de Primo de Rivera (1923) que dio pie a la Dictadura (1923-1930), pero pronto evolucionó hacia posiciones republicanas.
En 1930 se declaró decididamente republicano en un famoso discurso pronunciado en Valencia. Participó en las reuniones preparatorias del pacto de San Sebastián y presidió el Comité Revolucionario Republicano. Tras los resultados de las elecciones del 12 de abril de 1931, como dirigente del comité, exigió el cambio de régimen de la monarquía a la República, que sería efectivo el 14 de abril.
Presidió su primer gobierno provisional pero, en octubre de 1931, disconforme con la redacción del proyecto constitucional relativo a las relaciones entre el Estado y la Iglesia, dimitió. En diciembre aceptó el cargo de presidente de la República. Su talante centrista lo enfrentó tanto a las izquierdas como a las derechas, sin ser capaz de crear una fuerza política intermedia que estabilizara el nuevo régimen. En el ejercicio de sus atribuciones como presidente, disolvió las Cortes en dos ocasiones.
Tras el triunfo del Frente Popular, en abril de 1936, fue destituido, acusado de haberse extralimitado en su potestad de disolver las Cortes. Desengañado de una situación política cada vez más radicalizada y polarizada, emigró a Francia y más tarde se estableció en Argentina, donde escribió varios libros en los que relató su experiencia política. En 1931 ingresó en la Real Academia Española
MANUEL AZAÑA DÍAZ
Político y escritor español (Alcalá de Henares, 1880-Montauban, 1940). Estudió derecho y se doctoró en 1900. Ganó las oposiciones como funcionario en la Dirección General de Registros y en el Instituto de Derecho Comparado. En 1911 fue a Francia a través de una beca concedida por la Junta de Ampliación de Estudios, experiencia que quedó reflejada en su primer libro, Estudios de política francesa contemporánea. La política militar (1919).
Al regresar a España pronto destacó en los círculos culturales de Madrid, y en 1930 fue elegido presidente del Ateneo. En la década de 1920 desarrolló su vocación literaria. Entre sus obras destacan Vida de don Juan Valera (1926), que obtuvo el premio Nacional de Literatura, la novela autobiográfica El jardín de los frailes (1927) y el drama La corona (1928). Pero sus obras más celebradas fueron los ensayos publicados en diversas revistas, especialmente en La pluma y España. Su vasta cultura, su dominio de la lengua castellana y su agudeza intelectual le convirtieron en uno de los principales personajes del panorama político e intelectual español, tanto como orador como comentarista político.
Desde el punto de vista político defendió las ideas republicanas, y en 1925 creó la formación Acción Republicana, que agrupó el republicanismo ilustrado y burgués. Como representante de este partido, al finalizar la dictadura de Primo de Rivera en 1930, fue uno de los firmantes del pacto de San Sebastián el 17 de agosto de 1930 y se integró en el Comité Ejecutivo Revolucionario encargado de promover el paso a un régimen republicano.
Al proclamarse la II República española, el 14 de abril de 1931, fue miembro de su gobierno provisional como ministro de Guerra, promulgando la ley Azaña, un conjunto de reformas tecnicopolíticas que trataron de disminuir el número de jefes y oficiales del ejército. En octubre de 1931 sustituyó a Niceto Alcalá Zamora en la jefatura del Gobierno, manteniendo la cartera de Guerra.
Durante el Bienio Progresista (octubre de 1931-septiembre de 1933) se tomó una orientación de izquierda liberal burguesa y se impulsaron importantes transformaciones y reformas, sobre todo en las relaciones entre Iglesia y Estado. También se reorganizó el Ejército, se aplicó la reforma agraria y el Estatuto de Autonomía de Cataluña. Tras las elecciones de noviembre de 1933, que dieron la victoria a la derecha, los gobiernos frenaron las reformas de los gobiernos de Azaña, especialmente durante el Bienio Negro (1934-1936), periodo que se inaugura tras la represión de la revolución de octubre de 1934.
En estas fechas, Azaña, que se hallaba en Barcelona, aunque no participó en la insurrección del 6 de octubre, fue encarcelado y procesado. Este episodio lo fortaleció políticamente, reorganizó su partido, que pasó a ser Izquierda Republicana, y que consiguió incorporar a la mayoría de los radical-socialistas y a los autonomistas gallegos. Al frente de su partido, integrado en el Frente Popular, venció en las elecciones de febrero de 1936.
Nombrado nuevamente jefe del Gobierno, poco después, en mayo de 1936, fue designado presidente de la República, cargo que ocupó durante todo el desarrollo de la Guerra Civil española. Dimitió de este cargo en     febrero de 1939, al exiliarse a Francia, donde murió poco después de finalizada la guerra. La publicación postuma de toda su obra permite profundizar en su personalidad. De sus obras completas destaca un valioso Diario íntimo.
ALEJANDRO LERROUX GARCÍA
Político y periodista español (La Rambla, Córdoba, 1864-Madrid, 1949). En Madrid fue redactor del diario El País, órgano republicano, y más tarde fundó el periódico El Progreso (1897). Su estilo populista y demagógico, lleno de apelaciones a los sentimientos anticlericales, le proporcionó mucha popularidad, por lo que se trasladó a Cataluña, donde consiguió ser elegido diputado por Barcelona (1901) dentro de la candidatura republicana. Reelegido en 1903 y 1905, consiguió aglutinar a la mayor parte de los grupos republicanos en la denominada Unión Republicana, con la que se apoyó en la población inmigrada para combatir las ideas catalanistas. Fundó entonces el diario El Progreso y desde sus páginas exacerbó el discurso demagógico y animó a sus seguidores a todo tipo de acciones violentas.
En enero de 1908 creó el Partido Republicano Radical, por el que fue elegido diputado en diciembre de 1908, pero decidió huir a Argentina tras ser acusado de un delito de prensa. Los acontecimientos de la Semana Trágica de Barcelona (julio de 1909) sorprendieron a Lerroux fuera del país, por más que sus seguidores fueran de hecho protagonistas destacados y responsables de su derivación en revuelta anticlerical.
De regreso a Barcelona, en 1910 fue nuevamente elegido diputado por la coalición entre republicanos y socialistas, pero en 1911, acusado de ciertos escándalos en el Ayuntamiento de Barcelona, abandonó el acuerdo de colaboración. En lo sucesivo moderó progresivamente su discurso político y su acción se volcó hacia la conspiración antimonárquica, especialmente durante la dictadura de Primo de Rivera (1923-1930). La evolución hacia el centro y la derecha se vio sancionada en 1929 por el abandono de las filas lerrouxistas de políticos como Marcelino Domingo. Lerroux fue uno de los firmantes del pacto de San Sebastián (1930) entre las fuerzas republicanas y miembro del comité revolucionario creado a tal efecto, de manera que al proclamarse la Segunda República (1931) pasó a formar parte del Gobierno provisional en calidad de ministro de Estado. A partir de ese momento, acentuó su inclinación política hacia el centro-derecha.
Entre 1933 y 1935 llegó a presidir seis gobiernos diferentes cuya orientación coincidía con la correspondiente composición parlamentaria. Especialmente significativa fue su decisión de octubre de 1934 de incorporar ministros de la derechista Confederación Española de Derechas Autónomas (CEDA), preludio de la Revolución de Octubre y del Bienio Negro (1934-1936). En las elecciones de febrero de 1936, que darían la victoria al Frente Popular, su partido obtuvo unos pésimos resultados. Al estallar la Guerra Civil se exilió a Portugal y desde Lisboa apoyó a los militares sublevados contra el Gobierno republicano. Volvió a Madrid en 1947. Sus memorias se publicaron en 1963.  
DIEGO MARTÍNEZ BARRIO
Político español (Sevilla, 1883-París, 1962). Su fascinación por la figura de M. Lerroux le llevó a afiliarse al republicanismo radical, por cuya representación firmó el manifiesto del Comité Republicano (1930). Fue masón, en la disciplina del Gran Oriente de España. Tras proclamarse la Segunda República española (14 de abril de 1931), se hizo cargo de la cartera de Comunicaciones en el primer gobierno provisional. Jefe de la minoría radical en las Cortes y ministro de la Gobernación en el gobierno Lerroux (1933), inmediatamente después se hizo cargo de la presidencia del Gobierno con el encargo de convocar elecciones generales en noviembre de 1933, que dieron la victoria a la derecha y dieron paso al Bienio Negro (1934-1936). Disconforme con la política conservadora de los radicales en este periodo, rompió con Lerroux y fundó el partido Unión Republicana. Con esta formación, encuadrada en el Frente Popular, concurrió a las elecciones de febrero de 1936, en las que desplazó a la derecha del poder, y se hizo cargo de la presidencia de las Cortes. Tras la destitución de N. Alcalá Zamora, ocupó provisionalmente la presidencia de la República (abril-mayo de 1936). Al estallar la sublevación militar del 18 de julio de 1936, intentó la formación de un gobierno conciliador, que fracasó. Durante la Guerra Civil (1936-1939) fue uno de los principales colaboradores de Azaña y presidió en diversas ocasiones las Cortes. Tras la derrota tuvo que exiliarse. En 1945 fue nombrado presidente de la República española en el exilio.
RICARDO SAMPER IBÁÑEZ
Político español (Valencia, 1881-Suiza, 1938). Inició su carrera política en el partido Unión Republicana Autonomista. Fue alcalde de la ciudad de Valencia entre 1920 y 1922. Tras la proclamación de la Segunda República española (abril de 1931) fue elegido diputado en las Cortes Constituyentes de la República. De tendencia centrista, en 1933 fue ministro de Trabajo y de Industria y participó en sendos gobiernos presididos por Alejandro Lerroux. En 1934 presidió, entre abril y octubre, un gobierno de transición que intentaba evitar la entrada en el mismo de la Confederación Española de Derechas Autónomas (CEDA). Para ello tramitó la impugnación de la Ley de contratos de cultivo del Parlamento de Cataluña ante el Tribunal de Garantías Constitucionales. Pese a todo, las presiones de la CEDA le obligaron a dimitir y fue nombrado ministro de Estado. La entrada de la CEDA en el Gobierno, que desencadenó la Revolución de octubre de 1934, le obligó a enfrentarse a estos movimientos insurreccionales. Se le acusó de ser demasiado tibio en la represión de los insurrectos y abandonó definitivamente el Gobierno. Al iniciarse la Guerra Civil española (julio de 1936), se exilió a Suiza.
JOAQUÍN CHAPAPRIETA TORREGROSA
Político y financiero español (Torrevieja, 1871-Madrid, 1951). Ministro de Trabajo en el gobierno de García Prieto (1922), tras la proclamación de la II República española (1931) fue una de las cabezas visibles, junto a M. Maura, del partido Derecha Republicana, y representó la Unión de Derechas de Alicante. Bajo estas siglas se presentó en las elecciones a Cortes de 1933. Durante el Bienio Negro (1934-1936), tras la crisis del gobierno de A. Lerroux, el presidente N. Alcalá Zamora le encargó la formación de un nuevo gabinete, que fue apoyado por la Confederación Española de las Derechas Autónomas (CEDA), los radicales, los agrarios y la Lliga Catalana. Además de la presidencia del consejo en dicho gobierno, ocupó la cartera de Finanzas. La oposición de la CEDA al presupuesto y un escándalo protagonizado por los radicales, relacionado con la malversación de fondos, precipitaron una nueva crisis de gobierno en diciembre de 1935. Fue también ministro de Finanzas en el siguiente gobierno de M. Portela Valladares. A pesar de sus antecedentes derechistas, consiguió ser elegido diputado en las listas del Frente Popular (1936). En 1937 escribió sus memorias políticas, tituladas La paz fue posible.
MANUEL PORTELA VALLADARES
Abogado y político español ( Pontevedra, 1866-Pandol, Marsella, 1952). Fue miembro destacado de la masonería, donde alcanzó la categoría de gran maestro y el grado 33. Se adhirió al Partido Liberal de Canalejas y fue elegido diputado de las Cortes en varias ocasiones desde 1905. Como gobernador civil de Barcelona (1910-1912 y 1923) intentó conducir la represión del movimiento anarquista con medios moderados. En septiembre de 1923 fue nombrado ministro de Fomento en el gobierno de García Prieto. Durante la dictadura de M. Primo de Rivera (1923-1930) se alejó de la política activa. Al establecerse la Segunda República española (abril de 1931), aceptó el nuevo régimen y formó parte de las fuerzas políticas derechistas, aunque intentó inclinarlas hacia el centro. Durante el Bienio Negro (1934-1936), con el poder en manos de la coalición radical-cedista, asumió tareas de gobierno. En enero de 1935, tras la suspensión del Estatuto de Autonomía de Cataluña, fue nombrado gobernador general de Cataluña y, luego, presidente en funciones de la Generalitat. Más tarde (abril-diciembre de 1935) se encargó de la cartera de Gobernación y después (diciembre de 1935-febrero de 1936) de la presidencia del Gobierno. En su afán por la creación de una fuerza política centrista, consiguió agrupar una minoría de 25 diputados. Tras la victoria del Frente Popular (1936), presentó su dimisión. Al estallar la Guerra Civil española (julio de 1936), mantuvo una postura ambigua. Sin embargo, acabada la contienda, se exilió a Francia. 

AUGUSTO BARCIA TRELLES
Abogado y político español (Vegadeo, 1881-Buenos Aires, 1961). Fue hombre de confianza de Manuel Azaña y miembro del partido Izquierda Republicana. Durante la II República española fue diputado, representante español en la Sociedad de Naciones, ministro de Estado (febrero de 1936) y presidente accidental del Consejo de Ministros (abril de 1936). Con la derrota en la Guerra Civil española se vio obligado a exiliarse, y fue ministro de Finanzas del gobierno republicano en el exilio y embajador en Uruguay. Es autor, entre otras obras, de El Tratado de Versalles y sus antecedentes (1921).
SANTIAGO CASARES QUIROGA
Abogado y político español (La Coruña, 1884-París, 1950). Galleguista y republicano, fue uno de los firmantes del pacto de San Sebastián (1930). Tras la proclamación de la II República española (14 de abril de 1931), fue diputado, en las Cortes representando a la Organización Republicana Gallega Autónoma (ORGA), partido del que fue uno de los máximos dirigentes y al que condujo en 1936 a la fusión con Izquierda Republicana. Durante los primeros gobiernos de la República ocupó diversos cargos: ministro de Marina (1931), ministro de Gobernación (1931-1933) y ministro de Obras Públicas (1936). Manuel Azaña, al acceder a la presidencia de la República, le encargó formar gobierno (mayo de 1936), en el que ocupó además de la presidencia, la cartera de Guerra. Durante su mandato tuvo que hacer frente a la sublevación del 18 de julio de 1936 y a la revolución popular consecuente. Al fracasar sus intentos de mantener la legalidad constitucional, dimitió el mismo 18 de julio. Se exilió a Francia.
JOSÉ GIRAL
Dirigente político español (Santiago de Cuba, 1879-Ciudad de México, 1962). Estudió ciencias químicas y se doctoró en la Universidad de Madrid, donde ejerció de catedrático desde 1928. Próximo a los planteamientos de la Federación Universitaria Española (FUE), se opuso a la política universitaria de la dictadura de Primo de Rivera. Fue uno de los fundadores del partido Acción Republicana. Tras ser proclamada la Segunda República, fue rector de la Universidad de Madrid y nombrado consejero de Estado. Intervino en los primeros gobiernos de la República, en calidad de ministro de Marina, en 1931. Alejado de las tareas de gobierno durante el Bienio Negro, recuperó su protagonismo tras la victoria del Frente Popular en 1936, aunque sólo ocupó el cargo hasta el 5 de septiembre. Durante la Guerra Civil fue ministro en los gobiernos de Largo Caballero y de Negrín. Tras la derrota de 1939 se exilió a México, donde por un tiempo presidió el gobierno de la República en el exilio.
FRANCISCO LARGO CABALLERO
Político y dirigente obrero español (Madrid, 1869-París, 1946). Estuquista de profesión, ingresó en la Unión General de Trabajadores (1890) y en el Partido Socialista Obrero Español (1894). Sus dotes de líder le llevaron a ser nombrado vocal obrero del Instituto de Reformas Sociales (1904), y miembro de la dirección de UGT (1914) y del PSOE (1915). En 1917 fue uno de los cuatro miembros del comité de la huelga general revolucionaria, por lo que fue detenido, procesado y condenado a treinta años de reclusión. Fue puesto en libertad en 1918 al ser elegido diputado por Barcelona. Ese mismo año fue elegido secretario general de la UGT, cargo que ocuparía durante veinte años y desde el que ejerció su influencia en el seno del PSOE. Pese a su oposición a la dictadura del general Primo de Rivera (1923-1930), accedió a ser nombrado consejero de Estado en calidad de vocal obrero designado por el Instituto de Reformas Sociales. 
Formó parte de la representación socialista en el comité revolucionario surgido en el pacto de San Sebastián (1930) encargado de articular el tránsito al régimen republicano. La muerte de Pablo Iglesias y el inicio de las luchas por el poder y por la preeminencia de ciertas orientaciones políticas en el seno del PSOE, lo llevaron a enfrentarse a Julián Besteiro a propósito de la actitud del partido hacia el establecimiento de una república burguesa. Pero llegada la Segunda República, el comité revolucionario se transformó en Gobierno provisional y Largo Caballero se hizo cargo del Ministerio de Trabajo, y mantuvo dicha responsabilidad hasta 1933. Evolucionó hacia posiciones cada vez más izquierdistas, se declaró partidario de la dictadura del proletariado y de un frente obrero. Por los hechos de octubre de 1934 fue procesado, aunque absuelto. En 1935 se vio obligado a dimitir de la presidencia del PSOE ante la presión de los elementos moderados y la influencia de Besteiro y Prieto, aunque siguió gozando de la fuerza que le proporcionaba su jefatura de la UGT.
En las elecciones de febrero de 1936, que dieron la victoria al Frente Popular, fue elegido nuevamente diputado. Tras el estallido de la Guerra Civil española (1936) fue llamado a presidir el gobierno del Frente Popular, además de ocuparse del Ministerio de la Guerra. Los sucesos de mayo de 1937 en Barcelona, en los que se enfrentaron entre sí quienes habían de sostener la lucha contra las fuerzas rebeldes, precipitaron su dimisión. Poco después fue apartado de sus cargos directivos en el PSOE y también en la UGT, hecho este que suponía una verdadera derrota tras veinte años ininterrumpidos de dirigir la UGT en calidad de secretario general. Enfrentado a sus compañeros de partido, encajó más amargamente si cabe la derrota de la guerra. Consumada esta, huyó a Francia, donde fue detenido por el gobierno colaboracionista de Vichy e internado en el campo de concentración de Oraniemburg. Liberado en 1945, marchó a París, donde murió poco después.
JUAN NEGRÍN LÓPEZ
Médico y político español (Las Palmas, 1892-París, 1956). Fue jefe del Gobierno (1937-1939) y presidente de la Segunda República (1939). Estudió medicina en Leipzig, donde trabajó en el Instituto de Fisiología de la Universidad. Regresó a España en 1917, y ocupó la dirección del laboratorio de fisiología de la Junta para la Ampliación de Estudios. Obtuvo la cátedra de fisiología de la Universidad Central de Madrid (1922), cargo desde el que creó una escuela de fisiología de renombre mundial; discípulos suyos fueron entre otros Severo Ochoa y Grande Covián. Ingresó en el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) durante la dictadura de M. Primo de Rivera, y fue diputado a partir de 1931. Iniciada la Guerra Civil, fue ministro de Hacienda con F. Largo Caballero. Reorganizó el cuerpo de carabineros, al que convirtió en una sólida base del ejército republicano, y se esforzó por hallar solución a los complejos problemas de la economía de guerra (adquisición de armamento, depósito del oro del Banco de España en la URSS, medidas antiinflacionistas, etc.). Tras los sucesos de mayo de 1937, y con el apoyo de parte de los socialistas, de comunistas y republicanos, sustituyó a Largo Caballero. Llevó a cabo una política de fortalecimiento del Ejército y del poder gubernamental, puso la industria bajo control estatal e intentó organizar la retaguardia. Trasladó el Gobierno a Barcelona (octubre 1937), y en abril de 1938 reorganizó su gobierno (en el que acumuló la cartera de Defensa, que ostentaba Prieto), con el apoyo de la CNT y de la UGT.
Fracasada su oferta de paz (los «trece puntos» de Negrín), reforzó sus poderes e impulsó al ejército republicano a una nueva y gran ofensiva (batalla del Ebro), para lo que contó con el total apoyo de los comunistas. Disconformes con su centralismo, el 16 de agosto de 1938 dimitieron los ministros vasco (Irujo) y catalán (Ayguadé). El 21 de septiembre de ese mismo año anunció la retirada de las Brigadas Internacionales, esperando una acción recíproca en el bando nacionalista. Tras la caída de Cataluña, se trasladó a Francia, al igual que M. Azaña, pero regresó a la zona republicana (12 de febrero) y ocupó la presidencia de la República (marzo de 1939) con ánimo de prolongar la resistencia hasta conseguir una solución honrosa del conflicto. Pero la sublevación de Cartagena y la rebelión del coronel Casado en Madrid le obligaron a desistir de su propósito. Negrín retornó a Francia (1939) y, tras el final de la contienda, se instaló en México, desde donde continuó presidiendo el gobierno republicano en el exilio. Después de pasar un tiempo en Inglaterra, fijó su residencia definitiva en Francia.
FRANCISCO FRANCO BAHAMONDE
Militar y político español (Ferrol, 1892-Madrid, 1975). Nacido en el seno de una familia de la clase media de Galicia vinculada con el ejército, ingresó en la Academia de Infantería de Toledo (1907-1910) y participó activamente en la guerra de Marruecos, donde fue herido de gravedad (1916) y ascendido a comandante por méritos de guerra. Con esta graduación, y a las órdenes del general Ricardo Burguete, gobernador militar de Oviedo, tomó parte en la represión de los sucesos revolucionarios de Asturias (1917). 
De regreso a África, fue ascendido a teniente coronel (1923) y comandó el Tercio de Extranjeros, con el que se distinguió en las acciones militares y fue ascendido al rango de general (1925). La conclusión de la campaña de Marruecos hizo que el general Primo de Rivera le confiara la dirección de la reorganizada Academia General Militar de Zaragoza (1928-1931), hasta que fue clausurada por la II República. Nombrado comandante militar de Baleares (1934), fue llamado por Diego Hidalgo, ministro de la Guerra, para sofocar los nuevos levantamientos revolucionarios en Asturias (1934), y tras este cometido se hizo cargo de la jefatura del Estado Mayor Central (1935).
La victoria electoral del Frente Popular (1936) marcó su alejamiento de los círculos militares republicanos, y su destino como gobernador militar de Canarias, donde poco después brindó su apoyo al golpe de Estado dirigido por los generales José Sanjurjo y Emilio Mola contra la II República, que desencadenaría la Guerra Civil española. Al frente del denominado Ejército de África se sumó al alzamiento, y después fue nombrado jefe del Estado y generalísimo de los ejércitos por la Junta de Defensa Nacional que el Gobierno golpista había creado en Burgos (1 de octubre de 1936).
La victoria definitiva del ejército de Franco (1 de abril de 1939), en gran parte merced a la ayuda militar y logística de Alemania e Italia, fue el preludio de una dura represión contra los republicanos vencidos, al tiempo que comenzaba el proceso de institucionalización de un régimen corporativo y dictatorial.
El comienzo de la Segunda Guerra Mundial planteó un grave problema al nuevo gobierno, porque sus aliados durante la Guerra Civil española presionaron para que España se implicara directamente en el conflicto. España se mantuvo formalmente neutral, aunque el envío de la llamada División Azul, para combatir con las tropas alemanas en el frente oriental europeo, provocara las posteriores represalias de los vencedores en la Segunda Guerra Mundial, que marginaron a España de la ONU y de los beneficios económicos del plan Marshall destinado a la reconstrucción de Europa.
El aislamiento del régimen -cuyo hito más importante fue la Ley de Sucesión (1947), que definió a España como una monarquía católica, social y representativa, y confirmó al general Francisco Franco como jefe vitalicio del Estado- comenzó a romperse en los años 1950-1960, cuando el Gobierno franquista negoció con EE UU el establecimiento de bases militares conjuntas en territorio español (1953), y la ONU admitió a España como nuevo Estado miembro.
Superada la difícil transición del bloqueo y del aislacionismo internacionales, la economía inició también una etapa de estabilización y de liberalización que permitió la puesta en marcha de los planes de desarrollo a partir de 1963. Durante la década de 1960 se inició también el auge de la industria del turismo que, poco a poco, iba a introducir profundos cambios sociales en la España franquista. El desarrollismo económico se convirtió en la ideología del régimen, al tiempo que se iniciaban intentos de apertura política, como la Ley de Prensa (1965), que introdujo una mayor flexibilidad en la censura hasta entonces imperante; Ley Orgánica del Estado (1966), que estableció la separación de los cargos de jefe de Estado y de gobierno, aunque Franco siguió concentrando ambos en su persona, y la designación del príncipe Juan Carlos de Borbón como su sucesor (1969), sentando las bases para la transición a la monarquía.
Mientras tanto, el creciente malestar político y social se ponía de manifiesto en las protestas de obreros y estudiantes, sobre todo a raíz del proceso de Burgos contra un grupo de miembros de la banda terrorista vasca ETA.
Franco decidió ceder la jefatura del gobierno al almirante Luis Carrero Blanco (1973), en lo que parecía ser una opción continuista del régimen, truncada poco después al ser asesinado Carrero por un comando de ETA. El atentado desencadenó un proceso de crisis, debilitado también por la avanzada edad del dictador. Carlos Arias Navarro (1974), nuevo presidente del Gobierno y hombre de confianza de Franco, tuvo que hacer frente al desbordamiento del régimen en diversos frentes, pero la timidez de sus medidas aperturistas no consiguió encauzar unas demandas políticas y sociales que desbordaban ya los estrechos cauces del franquismo. La enfermedad obligó a Franco a ceder las funciones de jefe del Estado al príncipe Juan Carlos de Borbón (1974 y 1975), primero temporalmente, y ya de forma definitiva cuando los problemas de salud acabaron con el fallecimiento del dictador (20 de noviembre de 1975), tras una larga agonía.
LUIS CARRERO BLANCO
Militar y político español (Santoña, 1903-Madrid, 1973). Fue nombrado consejero nacional en 1940 y vicepresidente segundo de las Cortes en 1943. A principios de la década de 1950 se convirtió en el principal consejero del general Franco y ejerció una decisiva influencia en la política interior española. En 1957 fue ascendido a contraalmirante de la Armada y culminó su carrera militar al conseguir en 1966 el grado de almirante. En julio de 1967 Franco le nombró vicepresidente del Gobierno y en 1973 fue designado presidente, lo que le convertía en garante de la continuidad ideológica e institucional del régimen. Unos meses después murió asesinado por ETA.
TORCUATO FERNÁNDEZ-MIRANDA  HEVIA
Político español (Gijón, 1915-Londres, 1980). Tomó parte en la Guerra Civil española como alférez. Fue catedrático de derecho político y rector de la Universidad Complutense de Madrid, director general de Enseñanza Media y Enseñanza Universitaria (1954-1962), director general de Promoción Social (1962-1966) y delegado nacional de Cultura en la Secretaría General del Movimiento (1966-1969). En el mes de octubre de 1969 fue nombrado ministro secretario general, cargo que reiteró durante el gobierno del almirante L. Carrero Blanco en 1973, donde también fue designado vicepresidente. Tras la muerte de Carrero Blanco en diciembre de ese mismo año como consecuencia de un atentado de ETA, y de conformidad con lo establecido en la Ley Orgánica del Estado, pasó a ser presidente interino del gobierno, y fue quien comunicó al pueblo español la noticia de la muerte del almirante por radio y televisión. Cesó en sus funciones el 2 de enero de 1974 al tomar posesión de la presidencia Carlos Arias Navarro. Fue consejero de Estado y vicepresidente del Consejo Nacional del Movimiento y procurador en Cortes. El día 2 de diciembre de 1975 fue nombrado presidente de las primeras Cortes de la monarquía y del Consejo del Reino, funciones que ejerció hasta el mes de mayo de 1977, cuando presentó su dimisión. Posteriormente, el rey Juan Carlos I de Borbón, de quien había sido profesor, le nombró duque de Fernández Miranda, le concedió el Toisón de Oro y le designó senador real en las primeras Cortes de la democracia. Fue uno de los artífices de la transición española y el primer ministro secretario general del Movimiento que no vistió la camisa azul. Entre otras obras publicó La justificación del Estado (1946), El problema político de nuestro tiempo (1950), El concepto de lo social y otros ensayos (1951), El hombre y la sociedad (1960) y Estado y Constitución (1975). Sus notas sobre el periodo de la transición se publicaron, al cuidado de sus hijos, bajo el título Lo que el rey me ha pedido (1995)
CARLOS ARIAS NAVARRO
Político español (Madrid, 1908-1989). Licenciado en derecho y notario, fue inspector fiscal del Tribunal Supremo; gobernador civil de León, Santa Cruz de Tenerife y Navarra; director general de Seguridad y consejero nacional del Movimiento. Fue nombrado alcalde de Madrid en 1965, y en 1973 le fue otorgada la cartera de Gobernación. Tras la muerte de L. Carrero Blanco en 1973, fue nombrado presidente del gobierno. En diciembre de 1975 presidió el primer gobierno de transición de la monarquía, renovó el gabinete con varias figuras del reformismo, introdujo algunos elementos innovadores y expuso su programa reformista. En 1976, presentó la dimisión de su segundo gobierno a instancias del rey Juan Carlos I. Ese mismo año recibió el título de marqués.
FERNANDO DE SANTIAGO Y DÍAZ DE MENDIVIL
Militar (Madrid, 1910-1994).Militar. Participó en la campaña de Marruecos y, posteriormente, luchó junto al bando nacionalista, en la Guerra Civil (1936-1939). Hasta su ascenso a teniente general prestó servicios en varios puestos de la milicia. Ya diplomado de Estado Mayor, fue profesor y, más tarde, director de la Escuela Superior del Ejército. El 4-III-1971 sucedió al general José María Pérez de Lema como gobernador general del Sahara; su primer trabajo fue restaurar la confianza de la población nativa en el régimen colonial español, un año después de la masacre de Zamla (17-VI-1970).
Más tarde consiguió para el Gobierno saharaui una mayor autonomía interna, manifestada en una carta del general Franco (20-II-1973) en la que éste prometía convertir en legislativa una institución hasta entonces meramente consultiva como la Djemaa.
El propio Díaz de Mendívil transmitió esta misión al presidente de la asamblea, Khatri Ould Said Ould Joumanien, pero no fue hasta después de su sustitución por el general Federico Gómez de Salazar (24-IV-1974) cuando se publicó un Estatuto político acerca de la autonomía interna del Sahara. Por entonces Díaz de Mendívil había pasado ya a ocupar un puesto de importancia en el Centro Superior de Estudios de la Defensa (CESEDEN).
Arias Navarro no tardó en nombrarle vicepresidente para Asuntos de la Defensa (1975) en el primer Gobierno con Juan Carlos como jefe del Estado, cuya presidencia asumió interinamente hasta la toma de posesión de Adolfo Suárez. Una vez ratificado en su cargo de vicepresidente de la Defensa (1976), criticó duramente la actitud del Gobierno, favorable a la legalización de las organizaciones sindicales.
El 8 de septiembre de 1976 Adolfo Suárez exponía su proyecto de reforma política ante un grupo de oficiales de alta graduación entre los que se encontraba Díaz de Mendívil. Pocos días después, tras mantener una tensa entrevista con el presidente del Gobierno, presentó su dimisión. Fue sustituido por el hasta entonces jefe del Estado Mayor Central, Manuel Gutiérrez Mellado.
Díaz Mendívil fue sancionado por el Gobierno, pero esta circunstancia no impidió que sólo un año después, en septiembre de 1977, liderara el grupo de altos mandos del Ejército (Inista, Barroso Sánchez-Guerra, Coloma Gallegos, Campano López, Prada Canillas y Miláns del Bosh) que se reunieron en Xàtiva (Valencia) de forma clandestina para escribir al rey solicitándole "su acción salvadora de los destinos de la Patria". Es, por último, comúnmente aceptada la conexión de Díaz de Mendívil con Girón de Velasco y los Sucesos de Febrero de 1981, que culminaron con el golpe de Estado que tuvo lugar el día 23 (23-F).

ADOLFO SUÁREZ GONZÁLEZ
Político español (Cebreros, 1932). Estudió derecho en las universidades de Salamanca y Madrid. Funcionario de la Secretaría General del Movimiento, fue nombrado gobernador civil de Segovia en 1968, ocupó la Dirección General de Radiodifusión y Televisión de 1969 a 1973 y fue presidente de la Empresa Nacional de Turismo de 1973 a 1975. Al aprobarse la ley franquista de asociaciones políticas, promovió la asociación política Unión Democrática del Pueblo Español (UDPE), de la que fue presidente. Hasta esa época no se había caracterizado por una posición aperturista y tampoco se destacó en este sentido durante su primera etapa gubernamental.
En el primer gobierno de la Monarquía, todavía presidido por C. Arias Navarro, fue nombrado ministro secretario general del Movimiento y, tras la dimisión de Arias, su nombre fue incluido por T. Fernández Miranda en la terna ofrecida al rey Juan Carlos I para la elección de jefe del nuevo gobierno. Inició con firmeza la transformación del régimen franquista en una democracia parlamentaria, a pesar de la resistencia de los sectores de los núcleos franquistas más recalcitrantes y de la suspicacia inicial de la oposición democrática.
El 4 de agosto de 1976, el gobierno de Suárez publicó el decreto que hizo efectiva en España una amnistía para los delitos de motivación política, perseguidos por el régimen anterior. En septiembre del mismo año se produjo el nombramiento del teniente general A. Gutiérrez Mellado como vicepresidente del Gobierno, lo que favoreció la neutralidad de las fuerzas armadas a los planes de reforma política. La votación en las Cortes franquistas de la Ley de Reforma Política, que suponía la autodisolución del Movimiento, supuso un gran éxito para Suárez, al igual que la imprescindible legalización del Partido Comunista de España (abril de 1977), decisión que removió los sectores más conservadores del franquismo.
Fundó la Unión de Centro Democrático (UCD), mediante la coalición de diversos grupos democristianos y socialdemócratas, y con esta formación obtuvo la victoria en las primeras elecciones generales de la democracia, en 1977. Dirigió la transición mediante una política de consenso con los partidos de la oposición que se plasmó en los llamados pactos de la Moncloa (octubre de 1977). Un año más tarde logró que las Cortes votaran una nueva Constitución en virtud de la cual España se convertía en una monarquía parlamentaria. Durante algunos meses mostró un perfil excepcionalmente liberal, pese a su procedencia, y procuró sumar a todos los sectores en la tarea de construir un régimen democrático para los españoles.
Después de las elecciones de 1979 y tras la nueva victoria de la UCD, el Rey volvió a nombrarlo jefe del Gobierno. No obstante, el intenso desgaste político de este periodo, las tensiones golpistas de algunos mandos militares y de los sectores del franquismo residual (concretadas en el fracasado golpe de Estado del 23 de febrero de 1981) y, especialmente, la falta de cohesión en el seno de la UCD, contribuyeron a debilitar su posición.
En 1980 tuvo que hacer frente a una moción de censura presentada por el PSOE y ese mismo año ganó por escaso margen de votos la moción de confianza que presentó al Congreso de los Diputados. Debilitada su posición y la de su partido en las Cortes, el 29 de enero de 1981 presentó su dimisión como jefe del Gobierno y como presidente de la UCD, cargos en los que fue sustituido por Leopoldo Calvo-Sotelo. En el mes de febrero de ese mismo año el Rey le concedió el título de duque de Suárez. Creó una nueva formación política, denominada Centro Democrático y Social (CDS), por la que fue elegido diputado por Madrid en las elecciones de 1982, 1986 y 1989.
En mayo de 1991, tras el fracaso en las elecciones municipales y autonómicas, presentó su dimisión como presidente del CDS y abandonó la política activa para dedicarse profesionalmente a la abogacía. En 1996 fue nombrado presidente del consejo directivo del Consejo Español de Apoyo a los Refugiados (CEAR) y de la Fundación de dicha organización. Ese mismo año recibió el premio Príncipe de Asturias a la Concordia y, en 2001, fue designado presidente de la Fundación de Víctimas del Terrorismo.
LEOPOLDO CALVO SOTELO
Político español (Madrid, 1926-2008). Proveniente del mundo empresarial, empezó su carrera política como procurador en Cortes por el tercio sindical y colaboró en los Planes de Desarrollo. Ministro de Comercio (1975-1976) en el gobierno de C. Arias Navarro, participó en la creación de la Unión de Centro Democrático (UCD). Posteriormente fue el organizador de la campaña de UCD para las elecciones de 1977. Durante algún tiempo fue portavoz parlamentario por dicha formación política. Miembro del gobierno de Adolfo Suárez ocupó las carteras de Obras Públicas (1976-1977), de Relaciones con la Comunidad Económica Europea (1978-1980) y vicepresidente segundo para Asuntos Económicos (1980-1981).
Tras la dimisión de Suárez fue presidente del Gobierno (marzo de 1981-octubre de 1982). Durante su investidura (23 de febrero de 1981) se produjo un intento de golpe de Estado con la entrada en el Parlamento de un grupo de guardias civiles dirigidos por Antonio Tejero. Los rasgos más característicos de su gobierno fueron la adhesión de España a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y la Ley Orgánica de Armonización del Proceso Autonómico (LOAPA), aprobada con el apoyo del Partido Socialista Obrero Español (PSOE). La ley sobre el divorcio supuso el principio de la descomposición de la UCD al producirse el primer caso de indisciplina parlamentaria. Todo ello, unido a la profunda crisis económica, hizo que disolviera las Cortes y convocara elecciones anticipadas.
La victoria del PSOE, no sólo desplazó a UCD del poder y a él de la jefatura del Gobierno, sino que supuso la práctica desaparición de UCD. En 1982 dimitió como presidente de su formación política, y recuperó su escaño parlamentario en 1983. Al producirse el ingreso de España en la Comunidad Económica Europea, obtuvo el acta de diputado al Parlamento europeo (1986-1987). En 2002 el rey le concedió el título de marqués de la Ría de Ribadeo con Grandeza de España.
FELIPE GONZÁLEZ MÁRQUEZ
Político español (Sevilla, 1942). Licenciado en derecho, en 1962 entró en las Juventudes Socialistas. Abogado laboralista, se afilió al Partido Socialista Obrero Español (PSOE) en 1964, y en 1970 entró a formar parte de la Comisión Ejecutiva, en representación de los militantes socialistas del interior. Enfrentado a la dirección socialista en el exterior, encabezada por R. Llopis, en 1974 logró ser elegido secretario general del PSOE en el congreso del partido, celebrado en Suresnes (Francia). Su ruptura con Llopis y la dirección histórica consolidaron el proceso de renovación del partido, en un momento de reagrupación de la oposición al franquismo. Tras la muerte de Franco, fue el impulsor de la ruptura con el marxismo y el acercamiento a la socialdemocracia.
Portavoz del grupo parlamentario socialista en el Congreso, firmó los pactos de la Moncloa (1977). En 1978 fue elegido vicepresidente de la Internacional Socialista. Ratificado en la secretaria general en septiembre de 1979, tras el controvertido XXVIII Congreso (1979), impulsó la definitiva renovación que convirtió a su partido en alternativa de poder.
En 1982 el PSOE ganó por mayoría absoluta las elecciones generales y Felipe González se convirtió en presidente del Gobierno. El PSOE ganó de nuevo las elecciones en 1986 y 1989 con mayoría absoluta, y en     1993, aunque sin mayoría absoluta. En 1989 asumió por primera vez la presidencia de la Unión Europea, que repitió en 1995.
Tras los comicios celebrados en marzo de 1996, Felipe González pasó a ser presidente del grupo socialista en el Congreso y principal figura de la oposición, como líder del segundo partido más votado. En 1997, en el XXXIV Congreso del PSOE, renunció a la Secretaría General, aunque siguió siendo diputado hasta las elecciones de 2004, en las que ya no concurrió como candidato. Es autor de los libros El futuro no es lo que era: una conversación (2001), en colaboración con J. L. Cebrián, y Memorias del futuro (2003).
JOSÉ MARÍA AZNAR LÓPEZ
Político español (Madrid, 1953). Estudió derecho en Madrid. Ingresó por oposición en el cuerpo de inspectores de Finanzas del Estado (1976). Su primer destino fue Logroño, donde se afilió a Alianza Popular (AP) en 1979. En octubre de ese año fue elegido secretario general del partido en Logroño. Diputado por la provincia de Ávila (1982), también ganó las elecciones en la circunscripción. Continuó en el Parlamento por AP hasta 1987. Fue presidente del partido en Castilla y León (1985), secretario general adjunto y miembro del Comité Ejecutivo (1986). En junio de 1987 ganó las elecciones autonómicas de Castilla y León y ocupó la presidencia del Gobierno regional, con sede en Valladolid (1987-1989).
Tras las elecciones generales de 1989, se convirtió en el líder de la oposición parlamentaria al gobierno socialista, como candidato a la presidencia del Gobierno. Fue investido presidente nacional del Partido Popular (PP) en octubre de 1989, en el X congreso del partido, denominado de refundación del partido conservador, sucediendo a Manuel Fraga. Posteriormente fue elegido vicepresidente de la Unión Democrática Internacional y de la Unión Democrática Europea. Se presentó como candidato a la jefatura del Gobierno en las elecciones generales de 1993. Sufrió un atentado de ETA el 19 de abril de 1995 en Madrid, del que salió ileso. De nuevo encabezó las listas del PP en las legislativas del 3 de marzo de 1996, alzándose con la victoria.
Formó gobierno el 5 de mayo de 1996 con el apoyo parlamentario de los nacionalistas moderados (Convergència i Unió, Partido Nacionalista Vasco y Coalición Canaria). Durante este mandato inició una política de liberalización económica y de privatización de grandes empresas públicas. Renovó el cargo de presidente del Gobierno en las elecciones generales de marzo de 2000 al obtener su partido la mayoría absoluta. En esta segunda etapa, su política se orientó hacia el exterior y se alineó con las directrices de la Unión Europea y con la política exterior de Estados Unidos. En septiembre de 2003, propuso a M. Rajoy como candidato a las elecciones generales de 2004, en las que venció el Partido Socialista Obrero Español (PSOE). En octubre de ese año fue nombrado presidente de honor de su partido.

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