Alonso de Covarrubias





Patio del hospital de Tavera

El hospital de Tavera, en Toledo, es uno de los principales ejemplos de la arquitectura plateresca española. El equipo de arquitectos integrado por Antonio Riviere, Javier Ortega y Juan Carlos García Perrote finalizó en 1983 las obras de restauración del patio, dispuesto en dos niveles y rodeado por arquerías de orden toscano en el piso inferior. En la actualidad, el edificio es la sede del Archivo Nobiliario de España.

Alonso de Covarrubias (1488-1570), destacado representante del estilo plateresco español del siglo XVI.
Nació en Torrijos (Toledo), y su obra puede estudiarse a través de dos etapas diferenciadas. A partir de 1510 comenzó a trabajar como imaginero (oficio que conservó hasta 1540) en la catedral de Toledo y en la de Salamanca. Posteriormente se trasladó a Sigüenza (1515-1517), donde trabajó en el retablo de Santa Librada y en el sepulcro de don Fadrique de Portugal. En 1517 intervino en las obras del hospital de Santa Cruz en Toledo, obra de Enrique Egas, para el que realizó la portada de la fachada principal con un carácter goticista tradicional, y los alzados del patio, donde desarrolló un interesante tema de columna única como solución de esquina. Otra obra destacada es la capilla de los Reyes Nuevos en la cabecera de la catedral de Toledo, donde la entrada tortuosa desde la girola condicionó el carácter forzado del vestíbulo. En ella destacan las estructuras góticas del interior de la capilla y los casetones del intradós del arco de medio punto, que soporta los dos tramos de la nave. Tras su intervención en las portadas del Real Monasterio de San Clemente y en la capilla de San Juan, también en la catedral de Toledo, volvió a Sigüenza, para cuya catedral realiza la llamada sacristía de las Cabezas, llamada así por los motivos que decoran la bóveda de cañón que cubre el recinto. En los arcos de medio punto que separan la nave de los muros laterales se observan ciertas referencias a Leon Battista Alberti.
En 1534 fue nombrado maestro mayor de la catedral de Toledo. Ese mismo año construyó en el hospital de Santa Cruz la escalera claustral, que ocupa una de las esquinas del patio, compuesta por tres tiros encajados sobre planta cuadrada con una interesante decoración en los muros a base de sillares almohadillados, casetones en las cubiertas y motivos de grutescos en los pilares. Hacia el final de esta primera etapa eminentemente escultórica, trabajó en el palacio arzobispal de Alcalá de Henares, para el que completó la fachada principal y una nueva escalera claustral semejante a la del hospital toledano, con nuevos temas decorativos y mayor unidad compositiva.
La segunda etapa de su obra (1541-1570) se desarrolló en la ciudad de Toledo, y estuvo marcada por la construcción del hospital Tavera o de San Juan Bautista. Se trata de un recinto de planta rectangular simétrico respecto a un eje que recorre la entrada, el patio, dividido en dos por una galería central, y la iglesia al fondo. En el patio se observa la superposición de órdenes (toscano en la arquería inferior de arcos de medio punto y jónico en la superior de arcos rebajados) con arquitrabe intermedio. En la fachada principal destaca el almohadillado de los sillares del cuerpo superior. Finalmente, merecen atención sus intervenciones en la construcción del Alcázar de Toledo, con el mismo almohadillado en los muros exteriores, y la Puerta Nueva de Bisagra.


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