Anna Magnani





Anna Magnani (1908-1973), actriz teatral y cinematográfica italiana, destacada por sus trabajos en las películas de Roberto Rossellini, entre otros. Nació en Roma y se formó en la Academia de Arte Dramático de esta ciudad, al tiempo que cantaba en un nightclub. En 1926 interpretó su primer papel protagonista en el teatro. En 1934 participó en su primera película, La ciecca di Sorrento, y un año después se casó con el director de cine Goffredo Alessandrini, en dos de cuyas películas intervino antes de separarse.

Magnani simultaneó su carrera en el teatro con su trabajo en numerosas películas, terreno en el que destacaron su papel, breve pero crucial, en Roma, ciudad abierta (1945), de Roberto Rossellini, sobre la resistencia italiana durante la II Guerra Mundial; su retrato de una mujer maltratada en Amore (1947), del mismo director; o su creación de una madre ambiciosa empeñada en hacer de su hija pequeña una actriz, en Bellisima (1951), del gran Luchino Visconti; sin olvidar la interpretación para La Carroza de Oro (1952), de Jean Renoir; de prostituta ya madura en Mamma Roma (1962), de Pier Paolo Pasolini; o de ella misma en Roma (1972), de Federico Fellini, su última película. Casi veinte años antes, en 1955, Anna Magnani había conseguido el Oscar a la mejor actriz por La rosa tatuada, de Daniel Mann, película basada en una obra de Tennessee Williams.
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Anna Freud





Anna Freud (1895-1982), psicoanalista austriaca, hija de Sigmund Freud, destacó por sus contribuciones al psicoanálisis infantil y al estudio de los mecanismos de defensa, pieza clave en la teoría psicoanalítica.
Nacida en Viena, trabajó de maestra de primaria y colaboró con su padre en el desarrollo de la teoría y el movimiento psicoanalíticos. Ambos se exiliaron a Londres en 1938 huyendo del nazismo. En 1947 fundó el Hampstead Child Therapy Course and Clinic (Curso y Clínica de Terapia Infantil de Hampstead), un centro de formación para psicoanalistas de niños y una clínica infantil psicosomática, de la que fue su directora desde 1952. El trabajo de Anna Freud hizo especial hincapié en las funciones del yo durante el desarrollo de la personalidad, y en los mecanismos de defensa que se ponen en marcha para ajustar las pulsiones del ello a las demandas del superyó. Destacó especialmente: la represión, la regresión, la proyección, la racionalización, la transferencia, el aislamiento, la negación y la identificación con el agresor, entre otros.

Autora de numerosos trabajos científicos, contribuyó a fundar la publicación anual Estudio psicoanalítico del niño en 1945. Su principal obra, El yo y los mecanismos de defensa (1936), se ha convertido en un clásico del psicoanálisis.
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Anna Ajmátova





Anna Ajmátova o Anna Akhmátova, seudónimo de Anna Andréievna Gorenko (1888-1966), poeta lírica rusa. Junto a Ósip Mandelstam fue la que encabezó el acmeísmo, movimiento artístico de principios del siglo XX que, en oposición al simbolismo, preconizaba el uso de un lenguaje poético que contuviera significados exactos. Las primeras composiciones líricas de Ajmátova, Atardecer (1912) y El rosario (1914) utilizan, pues, imágenes concretas para presentar detalles íntimos. Las obras posteriores, como Anno domini MXMXXI (1922), introdujeron temas patrióticos, pero no apaciguaron a los críticos soviéticos, que consideraban a los acmeístas demasiado personalistas. No volvió a publicar más poemas hasta 1940, fecha de publicación de Iva (Sauce). Su poema Requiem (1935-1940) no se publicó en la antigua URSS hasta 1987, ya que por su temática, una elegía por los prisioneros de Stalin, fue considerado demasiado polémico. Sin embargo, durante la última década de su vida escribió varios poemas caracterizados por la gran belleza de su imaginería visual. Entre ellos está su autobiográfico Poema sin héroe (1962).


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Aníbal





Aníbal (247-182 a.C.), general y político cartaginés, hijo de Amílcar Barca, cuya marcha sobre Roma desde Hispania a través de los Alpes entre el 218 y el 217 a.C. sigue siendo una de las hazañas más grandiosas de la historia militar.
A los nueve años Aníbal acompañó a su padre en la expedición cartaginesa para conquistar Hispania. Antes de empezar, el niño prometió odio eterno a Roma, el enemigo más encarnizado de Cartago. Desde los 18 a los 25 años, Aníbal fue responsable de la realización de los planes de su cuñado Asdrúbal para extender y consolidar el control sobre la península Ibérica. Cuando Asdrúbal fue asesinado en el 221 a.C., el Ejército eligió a Aníbal como comandante en jefe. En un periodo de dos años sometió el territorio entre los ríos Tajo y Iberus (Ebro), excepto la ciudad de Saguntum (Sagunto), aliada de los romanos, la cual fue tomada después de sitiarla durante ocho meses. Los romanos tildaron este ataque de violación del tratado existente entre Roma y Cartago y exigieron que ésta les entregara a Aníbal. Los cartagineses se negaron, lo cual precipitó (218-201 a.C.) la segunda de las Guerras Púnicas.
2
EL CRUCE DE LOS ALPES
La marcha de Aníbal sobre Roma comenzó en el 218 a.C. Partió de Cartago Nova (actual Cartagena), en Hispania, con un ejército de aproximadamente cien mil hombres, incluida la caballería y un número considerable de elefantes para transportar materiales y más tarde utilizarlos en la batalla. Cruzó los Pirineos y el río Ródano, atravesó los Alpes en quince días, a pesar de las tormentas de nieve, los desprendimientos de tierra y los ataques de las tribus hostiles de las montañas. Reclutó más hombres entre los ínsubros, un pueblo celta asentado en el norte de Italia, para compensar la pérdida de casi la mitad de sus hombres durante la larga marcha, y dominó a una tribu hostil a los ínsubros. Entonces obligó a las tribus ligures y celtas de la parte superior del curso del río Po a entrar en una alianza. Causó derrotas aplastantes a los romanos mandados por Publio Cornelio Escipión (el padre de Escipión el Africano) en las batallas de los ríos Tesino (Ticino) y Trebia (218 a.C.), y bajo el mando del cónsul romano Cayo Flaminio Nepote en el lago Trasimeno (217 a.C.). Después de cruzar los Apeninos e invadir las provincias romanas de Picenum y Apulia, Aníbal regresó a la fértil región de Campania, la cual asoló.
El general romano Quinto Fabio Máximo Verrucoso fue enviado desde Roma para oponerse a Aníbal, y adoptó una estrategia muy cauta. Evitó todo encuentro decisivo con las tropas cartaginesas, no obstante tuvo éxito manteniendo alejado de Roma a Aníbal, lo que permitió a los romanos recuperar sus reservas militares. Aníbal invernó en Gerontium, y en la primavera del 216 a.C. tomó posiciones en Cannas, junto al río Aufidus (actual Ofanto). Allí aniquiló al ejército romano compuesto por más de 50.000 hombres bajo el mando del cónsul Lucio Emilio Paulo, quien murió en la batalla. Cayo Terencio Varrón (muerto después del 200 a.C.) escapó con el remanente del ejército romano. Los cartagineses perdieron aproximadamente 5.700 hombres.
El curso de la guerra cambió gradualmente en contra de Aníbal. El gobierno cartaginés se negó a enviarle refuerzos. Marchó sobre Neapolis (Nápoles), pero fracasó en la toma de la ciudad. Sin embargo, Capua, una de las ciudades italianas que cayeron bajo dominio de Aníbal después de la victoria de Cannas, le abrió sus puertas y allí pasó el invierno del 216-215 a.C. En el 211 a.C., Aníbal intentó tomar Roma, pero los romanos mantuvieron con éxito sus posiciones. Entonces, los romanos recuperaron Capua, con lo cual Aníbal perdió la lealtad de muchos de sus aliados itálicos y las esperanzas de reponer sus tropas con nuevos soldados. Tras cuatro años de lucha poco convincente, Aníbal pidió ayuda a su hermano Asdrúbal Barca, quien inmediatamente salió de Hispania. No obstante, Asdrúbal fue sorprendido, derrotado y asesinado en el 207 a.C. por el cónsul romano Cayo Claudio Nerón en la batalla del río Metauro.
3
VICTORIA ROMANA
En el 202 a.C., después de cinco años y con la rápida caída del poderío militar de Cartago, Aníbal tuvo que volver a África para dirigir la defensa de su país contra una invasión romana a cargo de Escipión el Africano. Cuando se encontró con Escipión en Zama, al norte de África, sus inexpertos reclutas huyeron, muchos desertaron uniéndose a los romanos y los veteranos fueron reducidos. Cartago capituló ante Roma y la segunda Guerra Púnica llegó a su fin.
Tras la firma de un tratado de paz con Roma en el 201 a.C., Aníbal inmediatamente comenzó a preparar la reanudación de la lucha. Reformó la legislación cartaginesa, redujo la corrupción en el gobierno y dejó las finanzas de la ciudad en estado solvente. Sin embargo, los romanos lo acusaron de intentar romper la paz y fue obligado a salir de Cartago, refugiándose en la corte de Antíoco III, rey Seléucida de Siria. Luchó junto a Antíoco contra los romanos, pero cuando el monarca Seléucida fue derrotado en Magnesia del Sípilo (actual Manisa, en Turquía) en el 190 a.C. y firmó un tratado con Roma prometiendo la rendición de Aníbal, éste escapó para refugiarse con Prusias II, rey de Bitinia (que reinó en 192-148 a.C.), en el norte de Asia Menor. Cuando Roma pidió de nuevo, y consiguió, la entrega de Aníbal, éste se suicidó.


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Angélica Gorodischer





Angélica Gorodischer (1929- ), narradora argentina. Nació en Buenos Aires pero se trasladó siendo muy pequeña a la ciudad de Rosario. Comenzó su carrera literaria en la década de 1960. En 1964 ganó un concurso de relatos policiales convocado por la revista Vea y Lea con el cuento "En verano, a la siesta y con Martina".

Su estilo reúne rasgos propios del barroco con un humor muchas veces incisivo y asentado en la utilización del lenguaje coloquial. Entre sus obras más importantes, publicadas en Argentina y España, figuran las siguientes: Cuentos con soldados (1965), Opus dos (1967), Casta luna electrónica (1977), Mala noche y parir hembra (1983), Kalpa Imperial (1983), Floreros del alabastro, alfombras de Bujara (1985), Trafalgar (1986), Jugo de mango (1988), Las repúblicas (1991), Fábula de la Virgen y el bombero (1993), Prodigios (1994) y La noche del inocente (1996).
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